
Bueno ya paso la ley de la unión civil gay, ya se dieron todas las protestas, ya paso el escándalo y la euforia popular, por el si o por el no. Pero lo que es llamativo es la intolerancia. Estaba, para algunos que se sienten mayoría, las energías de la presunción que dentro del imaginario popular de aquellos que no aceptan esta realidad, la subyacente perversión y prosmicuidad en los que profesan...