
Una
tarde que se mostraba fría en mi ventana, los copos de nieves pintaron de
blanco los arboles y todo lo que se le antojaron. La calle recobraba su vida
con niños que salían de su casas a jugar en la nieve, volví a mi cuarto cálido
de tanto amor y tu descansando en mi cama como guerrera de una gran batalla, te
dejaste vencer ante mi presencia y yo como el codicioso conquistador que cogió el...