16 de diciembre de 2010

EL SER Y LA NECESIDAD CULTURAL DE UN NOMBRE A DIOS

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Cuando era chico,  partíamos a la iglesia con mis padres a la misa dominical, mi madre se preocupaba de instaurar un santo respeto por el templo, en la que no nos era permitido estar conversando entre nosotros y reprimir cualquier risotada ante algo gracioso que nos parecía.
Era la casa de Dios y ante el se le debía respeto y adoración.
Pero al llegar a mi adolescencia intuía, que Dios no era tan parecido a lo que la religión nos mostraba.
Al atardecer me subía a la terraza con un pequeño grabador, mientras escuchaba música acostado en el techo, miraba las estrellas y mi alma como si volara hacia ella.

Tan solo tenia ante mi, todo un mundo de movimiento, toda una fuerza cósmica que armoniosamente hacia girar a las estrellas, cada una titilaban con distintos colores, era una realidad que no tenia limite.
La fuerza, la energía, la vida, era lo que resplandecía ocultamente detrás de ese devenir de acontecimientos que los contemplaba hasta en la misma vida que se me mostraba en la naturaleza.

A Dios se le puso muchísimos nombres y en alguna cultura del medio oriente, en la antigüedad se lo asociaba a la imagen de algún ser vivo, como la serpiente, la vaca, el lobo, o algún astro como el sol.
Pero lo  que podemos decir de este ser es que su nombre escapa a toda asociaciones humana. Creo que Dios no es Yahvé, ni Jehová, ni Ala. En la única parte de las Sagradas Escrituras que leí que hace referencia al nombre de Dios es en el antiguo testamento del libro La Biblia.

Cuando Moisés escapo hacia las tierras de Madian, fue a trabajar de pastor. Un día mientras estaba pastoreando  las ovejas en el monte Orbe, vio una zarza ardiendo delante de el  y esta no se consumía, al ver este acontecimiento, se acerco mas,  le llamaba la atención y una vos le dijo, “sácate tu calzado por que esta ante mi presencia, por que Yo Soy el Dios de ……”
EL tan solo  se muestra con un nombre: Yo Soy. Es decir el Ser que mueve y da Vida a todas las cosas. El ser que estaba en la oscuridad antes de que existiese la luz.

El concepto de Dios con el tiempo se fue modificando y tomando distintos matices acorde a la cultura de cada civilización. El Dios como imagen de Padre de Familia,  que comunica amor, unidad y fidelidad a su Hijo y el Espíritu de esa Relación es Santo, esta imagen nace en la civilización judía y lo toma  la Iglesia católica. Pero también podemos decir que esa construcción es una realidad cultural, la necesidad de un pueblo de ver a Dios de una manera más cercana, mas humana y  que se muestra en familia.

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