15 de julio de 2011

DE MANZANAS PODRIDAS, INSEGURIDAD Y DELINCUENCIA.

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Era el mes de febrero de 1980, estaba en la estancia de los SANMARTINO, localidad de Tandil provincia de Buenos Aires, pero sin conocer a ninguno de ellos, ya que los mismos eran una familia importante, conservadora y colaboradora con la Iglesia.

Contaba con una vieja casona, que cedían todos los veranos al Seminario Mayor San José de La Plata, para que los seminaristas pudieran dar comienzo el año lectivo con un encuentro y se culminaba con un retiro espiritual.

Un día después de almorzar, camine por unas de las callejuelas que tenía la estancia, rodeadas de pinos y abetos. El viento hacia sentir su presencia con su paso melodioso y suave. Con tan solo sentir su presencia, mi alma se mecía al compás de los árboles, era la vida que se hacia sentir.

A lo lejos un capataz enseñaba a un peón en un plantío de manzana, después de haber realizado la recolección, que a estas no se la debería juntar en un mismo canasto a todas. Porque algunas estaban con la cáscara ajada y como consecuencia de esto, algunas ya se habían empezado a picar.

Prolijamente el peón, separabas las que estaban a punto de madurar, las maduras y las que estaban picadas. Pero a estas últimas no se la juntaban para ponerlas a estacionar, sino que directamente se la metía a un piletón con agua fuertemente clorificada, para luego procesarlas y producir una exquisita jalea y dulce de manzana, a estas se la embotellaba, embalaban para la venta.

Eran manzanas apenas ajadas en su corteza, pero al estar en su plena etapa de madures, estas contienen una gran cantidad de carbohidratos, pero nunca se la ponían a estacionar juntas, ya que ocasiona y aceleración en el proceso de descomposición.

El fruto no era desechado, sino separado para un procedimiento distinto del resto. Ya sea de una u otra forma llegaban a la mesa de cada familia.

Después con el tiempo aprendí que las enzimas de las bacterias consumían los carbohidratos de la manzana, ya que era su alimento, pero al efectuarse este proceso químico, este carbohidrato se transformaba en alcohol, que al despedir sus gases terminaba debilitando la corteza de la manzana adyacente.

Este ejemplo empezó a sonar mucho o a realizar algunas analogías con el tema de la inseguridad juvenil, que para parar este proceso de “descomposición social”, un léxico que toma remembranza a la época de los distintos gobiernos de facto y utilizados también en pequeños de grupos aristocrático que gobernaron en nuestro país.

Como una pequeña minoría producía la descomposición y era peligroso que este fermento dañara el orden y la seguridad social, hay que separarlo, aislarlo.

Siempre a este proceso, lo comparo con el tema de la inseguridad. Mucho me dirá donde esta la semejanza o en que se parece. Lo que mas seguro es que a los delincuentes no hay que agarrarlo a manzanazos, ni se los ahoga en un vaso de sidra o shampan.

Con la criminalisación de menores de 16 años o en algún país a los 14 años, no solucionaron el problema, mas lo agravaron, ya que lo único que se consiguió que el menor al estar rodeados de otros peores, no cambiaron, mas bien tomaron ese actuar delictivo como un estilo de vida, como una reacción al sentirse estigmatizado por la sociedad.
Pero como a la sociedad, le gusta echar la culpa a alguien, mas aquellos grupos, en el que el orden social se consigue hasta con la pena de muerte, si es necesario.

Pero ¿Quién es el culpable?, Más de uno me dirá, EL ESTADO.

Bueno, bueno, nos saquemos la careta. ¿Que autoridad por su naturaleza le compete la educación de los niños? QUE NO SON LOS PADRES.

Si los padres no cumplen con el rol de educar a sus hijos, no esperemos que el ESTADO lo haga todo. Se espera que el estado cumpla un rol paternalista.

¿No es preferible una buena educación, que estar esperando ver a tu hijo muerto, o en la cárcel por el resto de su vida?

Y cuando hablo de educación, es la tentación mas grande de los padres es delegar toda ella en la escuela.

Pero si los padres no cumplen en educar a sus hijos, estos empiezan a ser delincuente desde pequeño y como siempre, una vez criminalizado y estigmatizado en su persona, se quiere dar el trato como a los delincuentes mayores.

Pero antes de hablar de delincuentes hay que hablar de este fenómeno social y preguntarse ¿Cuál es su origen?

Porque el ser humano no nace con un deseo natural de delinquir y no todos, sino una pequeña porción de una sociedad delinque.
He crecido a 30 metros del canal norte en mi provincia de Tucumán, donde existía un asentamiento de caseríos precarios, donde Vivian vendedores ambulantes, verduleros, plomeros, mujeres que se dedicaba a la prostitución, ya que cerca estaba el “HOLIWOD DANCING”, si así, ni una letras mas ni menos. El que escribió el cartel, creyó escribir el Corin Tellado en lengua inglesa. Si, el tipo en ves de entrar a divertirse con las chischilas, se quedaba hora viendo el cartel, hasta el hartazgo.

Bueno en este medio los niños, todas las mañanas salían al barrio a pedir casa por casa, algunos pedían alimento y moneda. Si o si tenían que traer algo, por su propia seguridad. El niño traía las monedas para el padre con ellas compraba vino para seguir tomando. Y lo que le daban en alimento o algunas monedas para la madre, que muchas veces, procuraba alimentar a su esposo y luego, lo que quedaba, a sus hijos. O la industria de la pobreza, aquellas personas que los llevan desde los barrios periféricos al centro urbano, para que practiquen la mendicidad.

NADIE NACE DESEANDO SER POBRE. NADIE NACE DESEANDO SER MENDIGO. NADIE NACE DESEANDO LA MISERIA. NADIE NACE DESEANDO SER ANALFABETA.

Lo que si puedo decir, que los niños que nace y crecen por debajo de la media, de lo que ellos debieran ingerir en alimentos, necesarios para un buen crecimiento, tiene la posibilidad de ser personas violentas y altamente agresivas.
Si a esto le agregamos, la violencia que aprende de parte de sus padre y del medio.
Ya cuando los niños más grandecitos, salen de sus casas, como cuando eran niños, pero ya no a pedir, sino a pelear como vivir la vida a su modo. Sin educación, sin tener los elementos necesario para conseguir un trabajo digno, atrapado en la droga, otros en el alcohol.

Y lo más importante es ¿Qué saben del amor? ¿Del calor familiar? ¿Y la primera ESCUELA que es las enseñanzas de los padres? ¿Cómo fue?

Si desde pequeños, nosotros los mayores los rechazamos, por el simple y gratificante hecho de estar sucio, no son chiquitos presentables, nos dan aprehensión.

“HAY RICARDITO, RICARDITO, NO TE JUNTES CON ESOS, TE PUEDEN CONTAJIAR DE PIOJOS, VENI NENE PARA ACA, ENCIMA ESTAN SUCIOS, VAYA SABER QUE ENFERMEDAD TIENE”

Como no van a ser reaccionarios, si sistemáticamente se lo excluyo del medio, se los segrego. La pobreza y la miseria agrio sus almas.

Ahora cuando se habla del tema de INSEGURIDAD como un plateo de estado, lo que avizoro es dos sectores: el que padece de inseguridad es la sociedad y dentro de una sociedad, algunos sectores padecen más que otros, por que algunos están más expuesto a este flagelo.

Por otro lado están, aquellos que provocan dicha inseguridad en el medio que algunas ves fueron, los niños mocosos que pedían por el barrio.

También están los otros, los que son asesinos profesionales de guantes blancos, lo sicarios contratados de grupos mafiosos que manejan la prostitución y la droga. Los que usan a las pequeñas masas de jóvenes en estado de miseria, ya sea en la prostitución, en el consumo, propagación y venta de droga.





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