Los seres vivos están compuestos de sistemas de células, unidas unas a otras y a su vez estas contienen en si mismas, partículas más pequeñas que las conforman.
Por ejemplo, los electrones, neutrones, átomos, moléculas están dentro de las células, éstas están dentro de los órganos y sistemas.
El individuo, a su vez, está contenido dentro de su familia, y ésta dentro de su tribu, poblado y cultura, y éstos dentro de sistemas culturales y económicos más vastos que los engloban.
Desde el vientre materno el ser humano, es un ser expectante en crecimiento, no tan solo absorbe las sustancias nutritivas de su madre, sino que en el vientre materno vive una PRE ambientación de lo que seria su mundo.
Desde el amamantamiento y las demostraciones de amor que recibe de la madre y del medio (la familia) va formando y gravando determinadas estructuras afectivas que en el día de mañana le van a servir de contención y protección para afrontar los desafíos de la vida.
Justamente la depresión, es el debilitamiento o fisura de estos muros protectores que hace de contención y ayudan al equilibrio emocional.
Problemas en el núcleo familiar, el aislamiento, los problemas económicos, la soledad, las pérdidas de distintas índoles, etc. Puede provocar un colapso en las estructuras y llevan al ser humano a aislarse y bajar los brazos.
Los científicos han descubierto que la tristeza en un primer momento va provocando una disminución de serotonina en las post sinapsis del sistema nervioso, lo que ante una gran disminución provoca la depresión.
- Entre las principales funciones de la serotonina esta la de regular el apetito mediante la saciedad, equilibrar el deseo sexual, controlar la temperatura corporal, la actividad motora y las funciones perceptivas y cognitivas.
- La serotonina interviene en otros conocidos neurotransmisores como la dopamina y la noradrenalina, que están relacionados con la angustia, ansiedad, miedo, agresividad, así como los problemas alimenticios.
- La serotonina también es necesaria para elaborar la melatonina (inductor del sueño), una proteína que es fabricada en el cerebro en la glándula pineal, y es la encargada de la regulación del sueño.
La serotonina aumenta al atardecer ya que a partir de ella se sintetiza la melatonina en la glándula pineal por la noche. La melatonina disminuye al amanecer, que es cuando se inhibe su síntesis, aumentando así la serotonina (que ya no es transformada a melatonina).
- Otra función importante de este neurotransmisor, es actuar como el reloj interno de nuestro cuerpo, lo que a su vez determina nuestros ciclos de sueño y vigilia.
El reloj interno es el encargado de coordinar varias funciones biológicas como la temperatura corporal, la hormona del estrés, cortisol, y los ciclos del sueño. La correcta coordinación de estos cuatro elementos hace que podamos dormir profundamente y despertar descansados. Los hombres producen hasta un 50% más de serotonina que las mujeres, por lo tanto, estas son más sensibles a los cambios en los niveles de serotonina.
Podemos deducir que un periodo largo de un estado de tristeza, de insatisfacción, puede provocar un estado de depresión así lo demuestran los científicos, que nos aseguran que, para el individuo con vulnerabilidad promedio, mas de 50 días de stress continuado en el adulto desembocan indefectiblemente en trastornos emocionales: lo que primero se observa es las alteraciones del sueño seguido con un agotamiento en el sistema nervioso provocándonos desgano y apatía ante la vida y depresión mas o menos profunda finalmente.
Sin embargo, este periodo se acorta considerablemente en los adolescentes y aún más en los niños, sobre todo si se sienten desprotegidos (no solamente por falta de afecto y cuidados, sino también por falta de normas de comportamiento eficaces); y también si los impactos estresadores son demasiado múltiples, brutales y/o duraderos.
Que importante es la contención afectiva, es necesaria para la vida misma, así como el alimento lo es para el cuerpo.
Ante la falta de esta, el ser humano se siente aislado y desprotegido perdiendo las siguientes actitudes ante la vida: desconfianza, desesperanza y desesperación, capacidad de elegir, capacidad de tomar decisiones positivas.
Ante la falta de esta, el ser humano se siente aislado y desprotegido perdiendo las siguientes actitudes ante la vida: desconfianza, desesperanza y desesperación, capacidad de elegir, capacidad de tomar decisiones positivas.
La indefensión nos deprime justamente porque acaba quitándonos el horizonte de nuestra vida.
La confianza en si mismo (la fe) y la espera activa de todo lo que sueña y persigue (la esperanza), por que nos amamos nos proyectamos en la búsqueda de las cosas que necesitamos para poder vivir.