23 de mayo de 2015

EL PEOR ENEMIGO DEL HOMBRE

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En el pasaje del Coran como en la Biblia, habla de un mandato dado al hombre y una tentación e incumplimiento del mandato.
Pero Satán le susurró, diciendo: “¡Oh Adán! ¿Quieres que te indique el árbol de la vida eterna, y [por medio de él] un dominio que no se extingue?” (Taa-Haa: 120)
Y [en cuanto a ti], ¡Oh Adán!, vivid tú y tu mujer en este jardín, y comed de lo que queráis; pero no os acerquéis a este árbol pues seríais malhechores!” (Al-A'raaf: 19)
Pero  si escudriñamos la raíz que llevo al hombre a tomar tal decisión, “comer de los frutos del árbol de la vida”. 
Si comes seréis como el, seréis Dios. ¿Porque quería ser dios?,  si lo tenía todo. Pero tenemos una realidad antropológica del hombre primitivo y otra el hombre llamado Adán como lo llama el Escritor Sagrado. En el fondo el hombre necesitaba sentirse resguardado de toda amenaza, necesitaba un lugar donde su propia vida no estuviera en riesgo. 
El primer hombre sentía limitaciones, vamos a desmitificar y consideremos un hombre en medio de la naturaleza  y su supervivencia. ¿Como habrá reaccionado ante una bestia salvaje? Este temía al medio circundante, las amenazas del tiempo y de los seres vivientes “del jardín del Eden”. Si bien en esa relación hombre y naturaleza, el, los llamo a cada uno con su nombre, sabía que animales que compartía su realidad era más fuerte que él y podría hacerle daño, corría peligro su integridad física.
El hombre para superar ese miedo y dominar todo, necesitaba ser Dios.
El miedo o temor es una emoción caracterizada por una intensa sensación, habitualmente desagradable, provocada por la percepción de un peligro, real o supuesto, presente, futuro o incluso pasado. Es una emoción primaria que se deriva de la aversión natural al riesgo o la amenaza, y se manifiesta en todos los animales, lo que incluye al ser humano. La máxima expresión del miedo es el terror. Además el miedo está relacionado con la ansiedad.
Existe miedo real cuando la dimensión del miedo está en correspondencia con la dimensión de la amenaza. Existe miedo neurótico cuando la intensidad del ataque de miedo no tiene ninguna relación con el peligro. Ambos, miedo real y miedo neurótico, fueron términos definidos por Sigmund Freud en su teoría del miedo. En la actualidad existen dos conceptos diferentes sobre el miedo, que corresponden a las dos grandes teorías psicológicas que tenemos: el conductismo y la psicología profunda. Según el concepto conductista el miedo es algo aprendido. El modelo de la psicología profunda es completamente distinto. En este caso, el miedo existente corresponde a un conflicto básico inconsciente y no resuelto, al que hace referencia. (http://es.wikipedia.org/wiki/Miedo)
El miedo es la vivencia que el hombre sintió y quería liberarse por eso transgredió el mandato y pago con el sufrimiento existencial de vivir la vida y de sentir el dolor físico.
Digamos que el miedo como dice Teresa de Calcuta “el miedo es el peor enemigo del hombre”.
El hombre con el tiempo fue grabando y aprendiendo la forma de defenderse y transmitiendo de generación en generación ese conocimiento y también el miedo.
Quizás como el pecado original que para los escritores sagrados, se transmitía por la carne también el miedo. ME ATREVO A DECIR QUE EL PECADO ORIGINAL ES EL MIEDO.
Basta analizar el accionar del hombre. Tiene es su profunda naturaleza el miedo.