Si en la vida todo pasa, El día cede ante las estrellas de la Noche, y la noche se duerme ante la presencia del sol. De la felicidad al dolor, del dolor a la felicidad, del hambre hasta el hartazgo, y del hartazgo al hambre, todo pasa, y el rio de Heráclito está inmerso en nuestra existencia. ¿Pero no se dieron cuenta? Hay algo que no cambia nunca, es la CONCIENCIA del que observa el cambio, porque si la conciencia del que observa cambiara, estaría dentro de este devenir y nunca seria consiente del cambio. Pero alguien no cambia nunca es la conciencia. Esta observa el cambio, lo mide, lo pesa, lo cronometra, le pone etapas y siempre tiene ese anhelo de permanecer y quedarse.
Pero en el mismo cambio de las cosas ajena al observador, siempre también hay algo que no cambia un último sustrato, que es la ENERGIA. La energía siempre pasa a ser de otra forma. Aunque la realidad me diga que pasa del ser a no ser. Tenía una mascota que amaba mucho, murió, su cuerpo lo enterramos, su energía compuesto de átomos, electrones y neutrones, manifestado en su masa corporal y sus procesos químicos se transformo en otro estado de la energía, en la tierra misma en la que se convirtió.
Cuando quemo un papel, hay un cambio de energía que se manifiesta en las cenizas, pero tambien hay una liberacion el calor al consumirse el papel. La ENERGIA SIEMPRE ESTA, SE TRANSFORMA NO DESAPARECE. También la CONCIENCIA ESTA POR ENCIMA DE ESTE RIO EXISTENCIAL.
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