19 de noviembre de 2008

VIVIR CON GANAS

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Cada ves es mas difícil de encontrar en las grandes ciudades, personas que tiene esa natural jovialidad, conectado con la naturaleza, agradecido por la vida.

Generalmente el hombre de hoy, esta en la dura batalla de su equilibrio emocional, social, económico y afectivo. Otros, están luchando grandes batallas para tener algo y abrirse paso en su medio social. Otros, luchan en sus distintos quehaceres, con sus firmes propósitos de tener el fino espacio donde se posan las miradas y el reconocimiento del status quo. El tener un pequeño espacio y el equilibrio es la meta tan ansiada del hombre moderno.

Finalmente están los que tratan de vivir. Esa zona marginal, donde la lucha se hace encarnizada donde el superior de lo inferior, se toca, con lo inferior de lo superior. Donde ser esclavo de los señores es un honor. Tan solo es una lucha, donde el buen vivir algunas veces cuesta la enajenación en el mundo laboral y los gustos es a otro nivel, pero se vive el sueño de la igualdad.

De que en el mundo moderno en el que vivimos, el hombre de hoy este conectado con la naturaleza, bueno, es difícil.




Porque lo que ante era común caminar descalzo sobre tierra firme y experimentar las diferentes sensaciones de terrenos. En nombre del progreso vino los calzados, luego las carreteras y luego el cemento. En nombre de la tan mentada ciencia y tecnología, el ser humano se la ingenio en contruir una naturaleza a su medida. Ya no pisa tierra, sus pies ya no siente la sensación de estar descalzo sobre la tierra, mas aun algunos, tienen miedo de andar descalzo a campo traviesa o tan solo caminar sobre el pasto.



Ya no se observa el tiempo, si va a llover, si habrá ventisca. Todo lo dice la TV con el servicio metereológico. Ya no se escucha el canto de los pájaros al despertar cuando cotidianamente uno va a trabajar.
Para algunos nostálgicos solitarios “gracias al ser” tiene sus mascotas.

Otros viven solos, como en una gran jungla metálica que los llevan a reaccionar con el sistema. Desnaturalizados, desarraigado, lo único que les queda reaccionar con ese gran invisible anónimo que lo dejo desnudo, el sistema.
No aceptan la realidad, en ves de cambiar su estilo de vida, perdió la esperanza, el sentido de la vida, perdió la razón de ser.

Ya sea el móvil o la causa que persiguen, sigue siendo un sueño, una panacea a alcanzar, la paz, la armonía. Los sueños son motores que llevan a un cambio. Estos motores tienen como combustible la esperanza posita y realista de que el objetivo será alcanzado.
No es un esperar efímero, como es la ilusión, donde el pasotismo, deja pasar la vida pasivamente, donde “como deseo alcanzar”….., “que lindo seria si”…., la vida fluye entre la ilusiones sin tener la necesidad de luchar, donde la vida se sumerge en la mediocridad y la miseria.



El deseo o la ilusión muere, cuando encuentro la bondad al objeto de mis deseos, luego contemplándolo tengo la certeza que, los mismos, son alcanzables y están dentro de mis posibilidades.
Desear sembrar maíz en la luna, es posible si tengo los medios, pero si no los tengo y los medios son inalcanzables, la realización de tal deseo es imposible, seguirá siendo un deseo estéril. Pero los deseos son buenos en la medida en que me mueven a objetivar y buscar la bondad y la necesidad del objeto mismo, cuando esto de se da se abre la puerta de la esperanza y la misma con la realización produce un crecimiento humano. Muere todo los deseos y se ejecuta interiormente “yo voy alcanzar este titulo que tanto deseo”, “yo voy a tener una hermosa casa gracias a mis ahorros”, etc.

El soñar condimenta la vida, le da sabor, es ahí que viene el término sabiduría, viene del griego, sapere que significa gustar.
Degustar los pequeños momento del tiempo presente que importante. Es saber descubrir, mejor lo digamos de otra forma, es saber sacar lo que cubre a la bondad de cada momento o cosas y degustar, eso es sabiduría.

Al descubrir el bien inserto en la naturaleza, voy descubriendo mi propia naturaleza y lo que ella necesita para ser plenamente feliz. Es ahí cuando una luz va iluminando mis reales necesidades humana y se despierta el “yo necesito”, “yo voy ha”…, estos sueños lanzados para ser alcanzados, me dan energía que me hace estar en acción. La vida posicionada en esta dirección, encuentra su sentido, la lucha templa y renueva la espera, transformándome.




El haber alcanzado un titulo Técnico, que me habré un nuevo campo laboral, he cambiado la vida y ya no soy el mismo de ayer. Ante me la rebuscaba lustrando zapatos. Como dice esta hermosa letra del un viejo tango:

“uno busca lleno de esperanzas
El camino de los sueños
Prometieron a sus ansias
Sabe que la lucha es cruel
Y es mucha
Pero lucha y se desangra
Por la fe que se empecina
Uno va arrastrándose ente espinas
Y en su afán de dar su amor…”