Muchas veces uno puede estar pasando por un momento de inseguridad en la que podemos estar a la defensiva y ver alteradamente la realidad con la creencia, de que lo que nos pasa es por el complot de algún miembro de la familia, algún grupo dentro de nuestra realidad laboral pero sin llegar a ser nunca un hecho delirante como en el caso de la paranoia.
Esta enfermedad esta encuadrada dentro de las llamadas TRASTORNOS DE IDEAS DELIRANTES.
Si bien es una enfermedad, pero lo que hace el paciente es construir un mundo paralelo dentro de su propio mundo con ideas motrices que lo lleva al delirio, estas ideas están muy bien argumentadas pero improbables, con la creencia interior y haciendo de esta una realidad incuestionable.
Así existen delirios de perjuicio, de grandeza, de enfermedad, de seducción, de ruina etc. la construcción de un mundo dentro del mundo real tiende a compensar o restablecer el equilibrio (producto de una fuerte desvalorización humana) con la construcción del objeto del delirio y su argumentación racional, restableciendo así la una frágil armonía con el mundo real.
Muchas veces el delirio de ser hijo de una súper estrella del pop, aunque no haya prueba alguna de la filiación, el enfermo la argumenta con tanta fuerza que hasta puede llegar a ser convincente. En el fondo es una baja autoestima por medio de la cual el siente que en el mundo exterior nadie lo aprecia, para restablecer este equilibrio esta la construcción del delirio.
El delirio mas común es la del perjuicio, en la que la persona que padece se siente victima de acciones de un miembro de familia, de un grupo, institución, que actúan en contra de el. Muchas veces en este delirio esta el argumento de que el o las personas que son sus enemigos, instrumenta todo un sistema de observación, llegando hasta los rincones mas sorprendente de su casa y todo lo que le pasa es por que quieren su perjuicio, alterando toda su forma de vida previa, pudiendo llegar a presentar claras alteraciones de conducta y agresividad.
Estas argumentaciones de ideas que hace al objeto del delirio las que cree con tal seguridad, que no se le puede convencer de su error mediante el razonamiento lógico.
“En general tenemos que contar que estamos ante un trastorno crónico que con frecuencia no va a remitir del todo, sobre todo en las personas mas mayores y es, por tanto, necesario prepararse para la posibilidad de convivir con una persona difícil, fundamentalmente familiares, vecinos, compañeros de trabajo, medico, etc. Las claves para ello es ganar confianza en uno mismo y reforzar la autoestima aprendiendo a valorar lo que se hace bien, teniendo pensamientos realistas y positivos, recordando que "lo mejor puede ser enemigo de lo bueno" y procurando no exigirse o castigarse por los errores sino reconocer que nadie es infalible. Ante el paciente intentar evitar el tema delirante, no contradecirlo en ese aspecto pero tampoco seguirle la corriente e intentar prevenir conductas violentas.
La prevención de la paranoia debería empezar en la infancia. Los humanos somos por naturaleza seres sociales, aunque este rasgo en otras ocasiones está oculto detrás de la inseguridad. Debemos aprender a confiar en el otro demostrando nosotros que somos honestos, coherentes y responsables y educar en estos valores a nuestros hijos. Las relaciones se hacen mas profundas y sinceras a medida que les dedicamos más tiempo y nos arriesgamos a ser como somos, compartiendo con los demás sinceramente lo que pensamos y sentimos, animándolos a hacer lo mismo. El humor y la risa influyen directamente en nuestro estado de ánimo y en nuestra autoestima. Es importante cultivar el buen humor y aprender a reírse de uno mismo para mantener una visión objetiva del mundo y prevenir conductas paranoides.”(http://www.saludalia.com/)
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