Era una noche de bochornoso calor, en la que se incineraba todo intento de un sueño reparador. La ansiedad y el deseo del descanso profundo, que crece con los segundo, transformaba a mi aposento en un infierno.
Decidí ducharme, me levante, paso mi rostro frente al espejo, con los ojos cansados. Ahí estaba mi imagen, ahí estaba tan certera de lo que soy, pero tan distante en mi conciencia. Es mi imagen, pero también me siento distinto a la imagen que veo. Mi imagen subjetiva, aquella de lo que creo ser, es una imagen construida a través de la experiencia de lo vivido.
Pero también la imagen en el espejo me mira, cuando la miro, me mira a los ojos, ¿Qué ME DIRIA ESTA IMAGEN? ¿Quién SOY PARA ESTA IMAGEN QUE ME MIRA?
Aunque parezca algo simbólico, pero si esta imagen hablaría me diría quien soy cristalinamente, sin condicionantes.
El que observa a alguien lo hace en razón de lo vivido, su vida le dio el cristal para ver la realidad a su manera.
Eso pasa, mi esposa se levanto y encontró el rostro mío en el espejo, miro la imagen que esta en el espejo y dulcemente sonrío. La mirada de mi esposa era distinta, a la imagen que me mira. Le devolví la sonrisa encantadora y la imagen del espejo sonrío.
Descubrí en ese momento otra imagen, el de mi esposa, ahí en el espejo que me sonreía, me iluminaba, me endulzaba, mientras la imagen mía esta ahí como deseando desvelar todo lo que esta oculto a mis ojos.
Indudablemente mi esposa mira otra persona, yo tengo mi imagen subjetiva de lo que soy, y el espejo tiene mi imagen que me mira y como no esta condicionada por el pasado sabe quien soy, desnudo sin las excusas con la que el yo nos viste, para tapar nuestra desnudez.
Pero que ve mi mujer, ese Tú, que me interpela.
Una mujer que en la adolescencia fue violada por su padre, en un estado de embriaguez, con ese aliento especial de las personas que toma whisky, mas el olor de su habano.
Estas dos sensaciones, quedo grabada a fuego con la violencia vivida. Ella cuando conoce a alguien y ve que fuma habano y mas ti toma whisky y fuma a la vez habano, sale una fuerza oculta que lleva a despreciar o a rechazar a la persona con esos hábitos.
Indudablemente que, ante determinadas experiencias, las persona quedan condicionada, por mas que la imagen que me viene esta desprovisto de toda valoración, me viene sensaciones a través de los sentidos y mi yo es la que viste al tu, con el ropaje que le conviene para no sentirse desprotegido.
Es la imagen que tiene el tu, de mi, al entrar en relación imaginaria de la existencia.
Así, la existencia es una, la que uno experimenta ( ex= de, peri= alrededor, mento de Mens= medir) Uno mide lo que viene a mi de afuera, ya al realizar este acto lo cubro de las valoraciones (bueno, malo, bello, feo, agradable, desagradable, iluminado, perturbador, etc), de donde brota las emociones. Emoción, ese movimiento interior que habla de alegría, de tristeza, de miedo, de pánico, aversión, etc.
Así en este juego de imágenes, esta también el ideario que yo proyecto y el ideario que yo proyecto de las personas que me rodea. Por ejemplo: yo deseo ser mmmmm, yo quisiera que mi hijo sea ……….
Juan no es lo que yo esperaba. Me desilusionaste pensé que era de otra forma.
Es como si se estableciera idearios construido en contraposición con la realidad, porque Juan es asi, como la vida lo hizo, nosotros lo vemos y lo sentimos diferente.
Generalmente los problemas de aceptación de la otra persona, no esta en la otra persona, esta en nosotros que no aceptamos. Lo que vemos, no son sensaciones vacías sino completadas por valoraciones. Mira ese villero como habla, como se viste. Mira ese gordo grasoso y para el colmo peronista. Etc.
La existencia es una, la que es, la que uno experimenta, pero otra es la interpretación de las cosas que pasan. Uno consciente y con el anverso inconsciente, vamos revalorizando los que pasa en uno y lo que pasa alrededor de uno.