17 de octubre de 2008

VIOLENCIA VS TEORIA DEL APEGO

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El otro día vi, como una de las gatas que tiene mi esposa con su hija, (blanquita), daba a luz a sus crías. Los acicalo y le dio de mamar, ya estando un buen tiempo tuvo hambre y los dejo en su lugar.

Después vino mishu, así la llaman. Es una gata vieja que seria abuela de blanquita, esta se acerca a las crías, los acicalo y le dio de mamar. Me sorprendió enormemente dicho comportamiento, esa noción de ayudar a blanquita en el cuidado de sus crías. Por el momento pensé, como son territorialista algunas especies animales, creí que al volver blanquita se iba armar una de esas, por la simple razón, que no eran sus hijos, tampoco su guarida, pero no fue así. Esta al ver que estaba la gata vieja, la respeto y espero que esta terminara de acicalar a los gatitos y darlo lo que tenia de leche o no. Mishu se levanto, con su caminar un poco descangayado por los años, con cortesía lamió el lomo de la madre y dejo el lugar a blanquita.



Este comportamiento lo he comprobado en los mamíferos, ya sea en los simios, en las manadas de leones etc. Viendo programas de la fauna silvestre en la televisión.
Naturalmente hay una necesidad de formar vínculos afectivos y de sociabilización con el resto de la manada e interactuando se acicalan mutuamente.



En algunas tribus de África como los nativos de la amazona, los lazos familiares son fuertísimos, ya que las mujeres son los que se preocupan por la crianza de los hijos, donde estos tiene grandes periodos de lactancia, acompañados de caricias y atenciones por parte de la madre hacia él bebe. Ya cumplido una determinada edad, este sale con el padre, donde se le enseña el arte de caza y la pesca.
En todo este caso, tenían algo en común, el grado de agresión o violencia era mínima dentro del grupo que lo aglutina.

Todas estas manifestaciones de amor, cuidado y cariño que vemos en el reino animal y animal racional como en el caso del ser humano, es como una necesidad humana universal para formar vínculos afectivos estrechos, estableciéndose recíprocamente entre la nueva generación con la preexistente. Esta reciprocidad temprana en las relaciones hace de cimiento o precondición del desarrollo posterior del individuo.

Jhon bowlby, elabora la TEORIA DEL APEGO, en la que afirma: “El infante humano busca afianzarse afectivamente realizando una conducta que lo lleva a un apego con su progenitor y esto lo hace a través de sonrisas, abrazos, colgarse etc., esta es correspondido por la conducta del adulto al responder (sonreír, acariciar, tocar, sostener, etc) refuerza esta conducta de apego del niño hacia ese adulto en particular”.

Esta conducta del apego, hace que se desarrolle en el niño un sistema de seguridad emocional y un refuerzo en el adulto, como si fuera un sistema que regula la experiencia emocional. El infante llega a esta conducta después de una serie de evolución que realiza después de haber estudiado el entorno.

Muchas veces vemos en la reunión familiar, esta nace por que hubo una ley del apego, la cual se mezclan el comportamiento de los infantes con los adultos y donde nacen las narraciones de los adultos hacia los más jóvenes y se entrecruzan anécdotas de vivencias familiares.

Por eso las personas que tuvo una buena relación con sus padres y sus hermanos, tienen memoria de las experiencias de vida con sus propios significados, sabe donde esta ubicado, tiene sentido de limite, sabe cual es el rol que ocupa dentro de la familia ampliada. Es altamente positiva considerándola a estas vivencias como formativa.

También se comprobó que los individuos, en la que no tuvo experiencia de poder desarrollar la conducta del apego con sus padres y no haber desarrollado los vínculos afectivos con el resto de la familia, no tienen valoraciones positivas, donde hay una perdida de valoraciones y significados la relación afectiva con el medio familiar. Evitan manifestar afectos y recuerdos de sus lazos familiares.

Se muestran preocupados, confusos, enojados o pasivos a toda demostración de afecto. Se quejan por todo, disconforme, no tiene nada resuelto, son desorganizados y en sus narraciones hay confusiones semánticas o sintácticas, siempre que están relacionadas con los traumas de la infancia o pérdida.

Quizás uno viendo con determinada distancia, podría pensar que la relación de un trato afectuoso entre padres e hijos, serian una técnica dentro de la educación de los hijos, para que los niños tengan un crecimiento humano, dentro de un ordenado desarrollo de las emociones y los afectos.

Pero en realidad esto nace naturalmente del amor hacia los hijos y de los hijos hacia los padres. Esta creación de vínculos de amor hace que el ser humano se desarrolle en armonía y dueño de sí mismos.

Pero como el amor tiene sabor a ser humano, este lo expresa de acuerdo a su capacidad de amar y de acuerdo a su forma de relacionarse. Nadie da lo que no tiene, mas bien, damos lo que hemos recibido. Y si no tenemos más, por el bien de los hijos tenemos que tener la creatividad de suplir y contener.

Se da el caso de padres con inclinación narcisistas, que tan solo les preocupan sus realizaciones y la responsabilidad de ser padres pasa a segundo plano, dejando en un estado de abandono a sus hijos. Esta forma de maltrato, creando en ellos una necesidad afectiva, los lleva a una actitud de reclamo de valoración dentro del núcleo familiar, reclamo de ser tenido en cuenta, un llamado de atención de que el niño existe.

Es la anécdota de que el hijo le pregunta a su padre, ¿papa cuanto cuesta tu hora de trabajo? Él le contesta, hijo por que me lo preguntas, el niño responde, es que quiero saber papá. El padre ante esta insistencia y con asombro le dijo, hijo mi hora esta alrededor de los $ 50 pesos. El niño sacando de su bolsillo, con mucho cuidado de no dejar caer nada, empezó a contar con gran concentración, monedas, billetes de distintos valores y llega a los $ 50. Papa te puedo comprar una hora de tu vida, quiero estar con vos.




El abandono por intereses narcisista es una violencia del mundo moderno. Nosotros muchas veces estamos preocupados por alcanzar logros laborales, nuestros propios beneficios, degradando la calidad de la relación familiar que esta bajo el clima del amor, a la conquista del tener, de lo económico. Pero por desgracia de muchos, la felicidad no pasa por el tener, menos la felicidad de nuestros hijos.

Otro rasgo que va en contra de la Ley del apego es el maltrato que se somete en la relación familiar a los hijos. Esto produce un aislamiento psicológico, se crea una necesidad de proximidad y con ella se incrementa el malestar. El deseo de proximidad mental, se hace insoportablemente dolorosa y la necesidad de cercanía se expresa en el nivel físico.

Tanto la violencia, el maltrato y el abandono, producen un gran sufrimiento en los hijos y estos la manifiesta de la siguiente forma:
1) perdida de la cohesión familiar o relación fusional, con confusión de espacios psíquicos
2) abolición de los limite y las diferencias
3) falta o déficit de las formaciones intermediarias entre el grupo familiar y los que los componen
4) perdida de la memoria y de la historia o de partes de la historia pudiendo llegar hasta el fantasma de autoengendramiento
5) síntomas individuales, somáticos y / o psíquicos en la que uno de los sujetos del grupo familiar se ofrece a hacerse cargo en nombre de todos
6) sentimiento de vació que acompaña gran parte de sus vidas
7) abandono de la mentalización, creando un sentimiento de aislamiento

Son muchas las consecuencias que ocasiona la violencia, es importante que como seres humanos aprendan a observar mi propio ser, mi propia vida emocional y los que somos padres con mas razón.-