Tenía una amiga no vidente, compañera de coro. Todos en un primer momento, tratábamos de ayudarle en todo, pero ella decía que no era necesario. Viendo como se desenvolvía, era asombroso el extraordinario sentido del espacio y de la ubicación, que ella tenía.
Lucia vivía sola en su departamento, un buen día decide invitar a los mas allegados a ella (miembros del coro), a cenar.
Cuando llegamos, su departamento resplandecía por su orden, su buen gusto y su limpieza.
A primera instancia, todo pensamos que alguien le habría ayudado, lo mismo con la preparación de la cena, pero no era así.
Todos sentados en la mesa, ella misma nos sirvió la cena a cada uno de nosotros. Realmente era asombrosa, que testimonio de superación humana, a todos nosotros, que a veces nos vemos impedido a realizar algo por estupideces, nos dio una hermosa lección de vida.
Ya dialogando en la sobremesa, reconoce que al principio le costo muchísimo, pero lo que la llevo adelante fue: primero a no tenerse lastima. Segundo, la fuerza interior, que la llevaba a realizar el empeño diario a aprender a valerse por si misma. Su voluntad férrea la llevo a superarse así mismo.
Así vemos, también a gran cantidad de enfermos, que tomando conciencia de su situación, se dieron cuenta de que ellos eran responsables de si mismo y de sus estados mentales. Esta fuerza interna que la voluntad despliega, nos acompaña diariamente, esta en nosotros utilizarla o no. Voluntad viene del latín VOLO, que significa QUIERO. YO QUIERO
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