12 de febrero de 2010

EL HOMBRE Y LA PALABRA

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Desde la más temprana edad de la humanidad, con unos pelajes espesos para guarecerse del frío, recién apareció el fuego y en torno a este, con la mirada, expresiones de sus rostros simiescos, gestos y sonidos guturales, era la antesala de los primeros diálogos. El cuerpo, las miradas y los gestos, era lo establecido primitivamente como dialogo, existía los gestual y la empatía ante circunstancia de alguna emoción, ya que no estaba instaurada la PALABRA.
¿Cual habrá sido la primera palabra que nació del ser humano?¿ que quería expresar, reclamar, agradecer?
Quizás reclamar y agradecer todavía no estaba al alcance de la expresión oral.
Nos cuesta entender el origen, pero cuando pensamos en el hombre prehistórico, muchas veces trasladamos conceptos a raíz de nuestra existencia actual.

La primera palabra habrá sido YO, HAY, JAJAJAJ, ANDA A LIMPIAR LA CUEVA, SI QUERIDA.
¿Cuando el hombre habrá tomado conciencia del poder de la palabra? ¿Cuándo habrá descubierto el valor de la misma a tal de transmitía oralmente de generación en generación?
Aunque parezca gracioso, ahora la madre le dice a su hijo, anda lávate las manos, toma tus libros y apuntes y por favor estudias. Antes era mas simple, anda lava tus orejas y escucha.
Ante la presencia de la PALABRA, lo gestual con el tiempo quedo en un segundo plano.
La palabra oral era poderosa hasta que apareció la palabra escrita, de esta forma las valoraciones y lo virtuoso de esta, se trasladaba a lo escrito, la memoria auditiva no llego a perder todo su poder pero delego su espacio para dar comienzo a la memoria visual.
Si bien con pocos conceptos era lo suficiente para expresar muchas cosas, como que en cada uno de ellos encerraba un mundo de significados como pequeñas cosmovisiones de la existencia misma del hombre.
Pero una cosa es cierno que con PALABRA, apareció el significado de lo que se quería transmitir.