27 de enero de 2010

UN CUENTO DE GRATITUD

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Un místico, llamaba la atención por su estilo de vida, solía rezar a menudo y cada vez que lo hacia, terminaba su oración con una profunda gratitud por lo que vivía, por lo que recibía, por la existencia misma. Solía expresar “Señor es tanta tu compasión y la abundancia de tus dones que me siento abrumado. ¿Cómo podré pagar todo el bien que me das?, aparte de mi pobreza y mis lagrimas no tengo mas que ofrecer.”


Una vez sucedió que, estando de peregrinaje en compañía de muchos de sus discípulos, durante tres días seguidos, en la atravesaron aldeas pobladas por personas al que eran fanáticos, fanáticos de otra religión. Estos no ofrecieron al monje, ni a sus discípulos ningún alimento, ni siquiera agua, menos aun, un techo donde protegerse de las frías noches.


Para los discípulos ya era demasiado pasar tres días en esa condición infrahumana. Estos decidieron hablar con el místico, por que desde hace mucho que le seguían y eran fieles a sus enseñanzas, pero era la primera ves que vivían tales situaciones y mas aun no encontraba sentido a las oraciones de agradecimientos de este, que a pesar del momento, seguía agradeciendo en todo.
“Maestro, hemos pasado tres días esperando la misericordia, la comprensión, la caridad de alguien que nos socorriera, con unos panes o un lugar donde protegernos del frío, pero nadie vinos a nosotros, mas bien al mirarnos, nos ven como unos locos, o enemigos. Pero tu una y otra ves con tu gratitud y las mismas lagrimas, esta enseñanza no alcanzamos a comprenderla. ¿Por qué estas tan lleno de gratitud?”

El místico se hecho a reír y dijo: “Estos tres días para mi fueron los mas importante de mi vida” ¿acaso es mi gratitud un cambalache o una convicción, o algo que va madurando en mi corazón? Todo lo que me da la vida es lo que realmente necesito.
Estos tres días que pasaron, experimente hambre, sed, frío, cansancio, hasta el limite de enfrentarme con la muerte, pero estos días eran necesario para mi vida y comprender que sentido es estar agradecido si uno lo tiene todo, la gratitud se pone a prueba en los momentos difíciles, y en esos momentos es donde uno tiene que descubrir que la vida te da lo que necesitas en ese instante. Por eso mi gratitud no es condicional, sino todo lo contrario es incondicional, y no es por que Dios sea bueno conmigo. No tiene ningún motivo; responde únicamente a mi alegría, mi felicidad y mi devoción por la existencia.
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25 de enero de 2010

UN INTRUSO QUIERE ENTRAR EN MI CASA

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Desde el vientre materno, ya se empieza realizar los primeros lazos de comunicación entre el bebe y el entorno.

Ese desconocido que se hace sentir, ese nuevo ser al que lo imaginamos pequeño y desvalido, tan necesitado de los papas en sus primeros años de vida, y el objeto y la causa en la se sublima sensaciones, intensiones y deseos.



Este desconocido, al que ya le imaginamos de distintas formas, mas aun, estas imágenes nos lo dan la pequeña y la ampliada comunidad de seres humanos que nos rodeas y amamos. Esta relación primaria en la que el niño ya esta recibiendo pautas culturales, el lenguaje, que no es frío, sino que tiene una forma en la comunicación cuando se la esta expresando y manifestando un universo de sensaciones.

Desde el vientre materno, mas que nunca se esta dando la importancia de instaurar un dialogo primario con nuestros hijos. Inclusive sus hermanitos con la ayuda de los padres, al que se le presta o ayuda a que ellos se imagine como será el intruso, mas bien esta escuela en la que se trata de instaurar conceptos y una relación con alguien al que el niño no ve.


La presión de los papas a dialogar con el enemigo, el lo siente como algo importante al que la mama y papa le dan mucha importancia. El niño, que todavía no tiene el concepto de hermano introyectado.

Tiene mucho que ver o es la causa cuando expresamos “a nuestros hermanos no lo elegimos, se nos impone una convivencia con ellos, mas a los amigos si los elegimos nosotros y nosotros elegimos como convivir con ellos”.

Gracias a papa y mama que realiza un trabajo de acercamiento entre el intruso y el niño. Pero el niño no lo ve como una expresión maravillosa de la vida. Es alguien al que la mama tiene en la panza y no lo quiere mostrar. Si el niño ve la expresión de la madre que le dice que es un bebe, El también recuerda los primeros años de vida. Es alguien, al que su mama le brindara cariño, afecto, y algo de su cuerpo que es la teta.

El niño sufre, el temor de perder a su mama es tremendo, son los momentos en que los hijos demuestran un gran estrés y manifiestan rebeldía, exigencias para llamar la atención, sufren regresiones con la intención de conquistar el lugar al que el considera perdido.

Muchas veces con la intención de que nuestros hijos no sufran, hacemos mil una técnica de sociabilizacion con el hermanito que viene. Recordemos que es algo natural, impuesto por la naturaleza al que no podemos cambiar. El niño siempre va experimentar el complejo del intruso. Pero también es necesario para que nosotros aprendamos a convivir respetando pautas y reglas con el desconocido.
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21 de enero de 2010

UN CUENTO DISTINTO

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Una leyenda etiope cuenta la historia de un hombre y de una mujer, ambos viudos que habiendo caminado ya la mitad de un siglo, ambos supieron atesorar los momentos mas hermoso de su vida y con el corazón lleno de buenas intenciones, la vida les abrió la puerta del encuentro, se enamoraron y se casaron. La alegría de la mujer fue grande cuando se fue a vivir a la casa de su nuevo marido, si bien, la fuente de la vida se le había secado, siempre albergó la esperanza de que lo tuviera. Con esta expectativa, cuan feliz se encontraba al ver que su compañero de ruta y estaciones, tenía un hijo.
Ahora ya tenía el primero. Pero el niño todavía lloraba la muerte de su madre y se mostraba hostil con su madrastra, rechazando sus afectos. Rehusaba su cocina, rasgaba su costura y se apartaba de su bondad y sus atenciones.


La excluía completamente y ni siquiera le hablaba. Transcurrido un tiempo, la mujer, llena de decepción y tristeza, fue a buscar la ayuda de un hechicero que vivía en una colina cercana.



¡Por favor!, prepárame una poción de amor para que mi hijastro me quiera-le suplico la mujer desesperada.
- Puedo preparártela – le contesto el hechicero, pero los ingredientes son muy difíciles de obtener. Debes traerme tres pelos del bigote de un león vivo.
La mujer imploro diciendo que era imposible, que seria devorada, pero el hechicero insistió en que era la única forma.




Se fue afligida, pero decidida a no abandonar. Con el nuevo día, cogio un cuenco con mucha comida y se dirigió a un lugar donde vivía un gran león. Y espero. Pasado un tiempo, lo vio venir. Al oír su rugido, dejo caer el cuenco y huyo.




A la jornada siguiente, fue otra vez a la morada del león con más comida, espero a que apareciera y dejo el cuenco antes de irse. Cada día le dejaba más cerca la comida y esperaba un poco más antes de irse.



En una ocasión decidió esperar a que el león comiera la carne para mirarle desde la distancia. Otro día se puso lo bastante cerca como para poder oír su respiración y, al cabo de un tiempo, se acerco tanto que podía olerlo. Cada vez le decía palabras suaves. Después de mucho, mucho tiempo, ya podía quedarse cerca de el mientras comía.



Y llego el momento en que el león se mostraba tranquilo en su presencia, se estiraba y dejaba que le acariciase su pelaje, ronroneando feliz. La joven mujer decidida que entonces podía cumplir con su propósito. Mientras acariciaba la espalda y la cabeza de la bestia, hablándole suavemente, tomo tres pelos de su bigote sin que lo notara.



- Gracias, querido amigo – le dijo, y se fue derecha a la cabaña del hechicero, quien se mostró encantado de que le hubiera traído, al fin, los ingredientes mágicos.



- Aquí tienes, te he traído los pelos de un león vivo – anuncio, y los entrego al hechicero, que estaba sentado fuera de su cabaña frente al fuego.





- En efecto, lo tienes – dijo el hechicero, sonriendo, mientras examinaba los tres pelos. E inmediatamente, y antes la mirada atónita de la mujer, los tiro al fuego.
- ¿Pero que has hecho? – le grito ella -. Eran para la poción de amor que quería que hicieras. ¿Puedes imaginarte que difícil ha sido para mí obtenerlos? Me ha llevado meses ganarme la confianza del fiero león.
- ¿De verdad crees que el amor y la confianza de un niño pueden ser mas difíciles de obtener que los pelos de una bestia salvaje?
- le pregunto a la mujer – Vete a casa y piensa en lo que has logrado.
La joven mujer comprendió. Reconoció su hazaña, su espera paciento a lo largo de los meses y sus intentos graduales de acercarse al león.
Ella misma había cambiado durante el intento.
Ahora la aproximación a su hijastro seria diferente. Espero, segura y confiada, se acerco a El, poco a poco, respetando su ritmo y su territorio, sin invadirle, y sin, por eso, dejarlo por imposible. Tras un tiempo, el niño la acepto como su madre y la dejo entrar en su corazón. (Cuento tradicional de Etiopia) contado por Piero Ferrucci y Vivien Reid
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18 de enero de 2010

AL CAER LA TARDE

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ANTES DE QUE EL SOL DESAPARESCA
ANTE NUESTRO SENTIDOS,
COMO SI DIOS GUARDASE
ENTRE LOS CERROS,
COLOR ORO UNA MONEDA,

FUE UN OCULTAMIENTO,
MAS QUE UN ENTIERRO,
POR QUE EL AHORRATIVO
SER DE LOS CIELOS
LO UTILIZARA MAÑANA.

SE FUE EL DIA AMOR
Y CON EL UNA GRAN BATALLA
DONDE BRILLO LA NECESIDAD
DE NOSOTROS,
Y COMO CUERPO DE GURREROS
CAIMOS ALERTAGADOS,
CANSADOS DE NUESTROS MOVIMIENTOS

DESPUES DEL GEMIDO DE GLORIA
UNA SONRIZA, UN TE AMO,
ESA MELODIA DE VICTORIA
LA TERNURA DE TUS OJOS
DESPARRAMANDOSE EN LA ALMOHADA.
ESTABAS RESPLANDECIENTE

TE DEJE AHÍ,
SOLA Y TRANQUILA
COMO SI FUESE ARRULLADAS
POR LOS ANGEL Y EL CANTO DE LAS ADAS.

YO ACA CON MIS LETRAS,
HACIENDO CADENA,
PARA QUE A SIMPLE VISTA
ALGUIEN, CON SU FUGAZ VISITA
COMO QUIEN RECOGE ALEGRIAS Y PENAS
EN LA PAZ DE SU CORAZON, LA LEYERAS.
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Y ESE INCONSCIENTE, VAMOS NOMAS

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Cuando ingrese a trabajar, nuevamente en al administración publica, estaba por hacer una nota y pregunte, “para elevar el certificado de estudios a quien la dirijo”, una compañera amablemente me dijo “al Sr. Lazarte”, hago la nota y al hacerle leer a un compañero de trabajo el me dijo “No No, no le pongas Sr., si bien el no es profesional para el cargo que detenta, pero le gusta que le ponga Don.”.

Quede pensando sobre este hecho, no se cual es la diferencia de Sr. Y Don, pero intuí que el ponerle Sr. Es lo mas común al encabezar una nota, en cambio Don., hoy en día casi no se lo utiliza, el caballero capaz quería sentirse diferente y no un Sr. Común.

Había otro hecho que me llamaba la atención, “no es profesional para el cargo que detenta”, esa realidad hacia en su persona, que este buscando reconocimiento y haciendo notar que su gran capacidad y su logros se debe a su perseverancia en el estudio en forma autodidacta.
Siempre rivalizaba con algunos profesionales que le hacia notar que le faltaba el titulo para el cargo.
Si bien, lo que tenia que hacer lo hacia muy bien, con el valor agregado que le ponía.

Muchas veces al dialogar con el, se dejaba entrever el dolor que sentía por no haber estudiado en su momentos. Ahí en esas palabra dentro del dialogo, hablaba otra persona, como atado a lo que decía, dejaba vislumbrar un doble discurso. Me trajo a la memoria lo que Lacan decía, “el inconciente esta estructurado como un lenguaje y es por que algo ha sido atado a las palabras que el discurso puede, en el análisis, desatarlo”

Ocurría algo similar, en el caso de los sueños y su interpretación por parte del analista. Para interpretarlos es necesario del relato por parte del paciente, entonces se recurre a la palabra, en donde se desprende, el otro, que habla por debajo del relato, como voces del más allá, que nace de la profundidad de lo que no es conciente y utiliza elemento de la vida conciente para manifestarse.

Como si el hombre, para manifestarse primero esta atado a la palabra, por que antes de que el sea sujeto, estaba la palabra como instrumento indispensable para la expresión y comunicación.
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16 de enero de 2010

INCONSCIENTE

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Mirta era una empleada de la empresa Tucman. S.A., dedicada a la venta de servicios de redes inalámbricas en comunicaciones. Ya había pasado los años de juventud y al anochecer de esta, encontró el galán de su vida.



Todo estaba perfecto hasta que empezó la convivencia. Gustavo le gustaba una buena vida, tenia sus amigos del club, al que asiduamente asistía para jugar con ellos, su partida de pocker.
Después de la faena diaria llegaba a su casa, como si fuese un gran ateniense respetando la eco-nomo, (ley de la morada), sujetaba todo su accionar especialmente en aquellas cosas que hacían al respeto, la convivencia con Mirta y a sentirse bien en ella.



Le fascinaba después de cenar, tomarse un tiempo para el mismo y en ese silencio tomar un vaso de whisky, no se que rumiaría mentalmente, pero con una absorta y placentera mirada a lo lejos, bebía de a sorbos.
Eso si, antes de ir a dormir tenia que sacar de su boca el gustito a la malta y el alcohol, aunque el hubiese preferido seguir degustándolo hasta dormir, pero Mirta, no toleraba ese bouquet que dejaba en la boca. Ella con tan solo sentirlo, le producía un estado de ansiedad al que llegaba a comprender la razón.
Este efecto reducía, cuando Gustavo neutralizaba con un aseo bucal (un estudiado sistema en el que se utilizaba sepillos de dientes y líquidos para las respectivas gárgaras), este aseo era más intenso y meticuloso, cuando la noche bajaba el telón de unos momentos de puro amor.
Pero a pesar de ello, desde que Mirta empezó a convivir con El empezó a padecer insomnio y si no fuera por su somnífero, no podía conciliar el sueño.


Pasaron varios años, la relación dejándose llevar por el ajetreo diario, se enfrío notablemente. Gustavo cansado del histérico reclamo diario del lavado bucal, este como quien rompía las reglas y en una total insubordinación, (ya que del primordial respeto, paso a sentir lo impuesto), iba así nomás a dormir.


Mirta ya sentía un total rechazo, no soportando el aliento de este y aun más, el olor pestilente de esa bebida, tal era la locura que con tal solo ver su ropa limpia al momento de planchar, se le inundaba el ambiente del aroma de la bebida preferida de su marido.


La relación entro en total crisis, unos amigos le aconsejo que buscasen un mediador profesional para dirimir sus problemas e ideas encontradas que tenían ambos como consecuencia del desgaste. Este urgentemente le recomendó un terapeuta.



Después de varias sesiones de terapia, Mirta aportando mas elemento al análisis del problema que les aquejaba, se animo a comentarle sus sueños, que ella padecía últimamente todas las noches. Comentaba, que se le acercaba a la cama Gustavo, seduciéndole empezaba a hacerle el amor, al ver que este tenia un vaso en la mano, el aroma la asfixiaba dejándola sin respiración, luego el rostro de Gustavo cambiaba en el sueño a la de un grotesco anciano al que este le violaba sin piedad, introduciéndole la botella de whisky y golpeándole despiadadamente, mientras la imagen de Gustavo se mudaba y apareciat tenuemente al lado del anciano, ella le pedía ayuda, pero el estaba tan solo observando y tomando, perdido en el efecto de la bebida.


El análisis duro mucho tiempo, pero a medida que pasaba el tiempo, los síntomas fueron dilucidado, cuando lentamente Mirta contara parte de su historia personal, al que después de un terrible grito y sollozo pudo expresarlo, como si fuese una gran pesadilla que se levantaba del pasado.
Así fue, Mirta era una jovencita que a pesar de la pérdida de su padre, pudo seguir adelante y mas aun, cuando su madre decidió rehacer su vida, contrajo nuevamente matrimonio, pero quizás la elección no era la más acertada, ya que había elegido una persona que bebía constantemente.
Ya había pasado un tiempo, como también el vals de los quince de Mirta. Ya era una jovencita que empezaba a soñar con su carrera universitaria, pero desde hace un tiempo veía que su padrastro, le miraba con otros ojos. Con el tiempo la asediaba, su madre no tomaba en cuenta lo que ella le contaba, hasta que una noche, el en total estado de embriaguez la violo uno y otra ves, sometiéndola a horribles vejaciones y mal tratos.



Este drama, que había sido sentenciado al total silencio, en la profundidad del ser, lejos de la conciencia. Pero desde la oscuridad como un fantasma hablaba, se manifestaba.
Observemos las pequeñas molestia que sentía Mirta en los primeros momentos de convivencia, como se fue manifestando cada vez más fuerte.

El inconsciente siempre se manifiesta en el discurso del otro y se manifiesta en los chistes, el equivoco de palabra, el sueño, el síntomas etc., pero nunca se lo experimenta como propio. Es el otro, el que le permite la asociación y el desencadenante. Es el otro, al que el inconciente viste con lo que nosotros no nos animamos a ver, no queremos ver, por que rechazamos lo que tenemos que aceptar. Por que lo que nosotros rechazamos, encierra en el un profundo dolor.

En este dialogo que el inconsciente busca aparecer en nuestras vidas cotidiana, no tiene la misma estructura que la de un dialogo en la lingüística. Ya que lo que se expresa (es el significante) tiene un significado para el que recibe el mensaje. Acá, el dialogo que impone el inconsciente, el significado es como codificado por medio de metáforas al que hay que dilucidar.
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