TAN SOLO UNA PALABRA
EL CUERPO Y LOS SENTIDOS COMO ELEMENTO NEGATIVO
Como así también, la misma experiencia de la vida, desde la vivencia del hombre, éste, la sentía como que existiese dos actividad importante, una es el mundo de los sentidos, y la otra considerada superior, por los pensadores de la época (siglo IV antes de Cristo), es el mundo de la ideas.
Así, algunos decían que lo verdadero es lo que nosotros sentimos, experimentamos y conocemos por medio de ellos, aunque esta sea cambiante como la realidad misma a la que nosotros arribamos.
Tal es así, que para Heráclito, la vida la sentimos o la experimentamos por medio de diversa sensaciones que nos da los sentidos, pero a su ves, cada una de estas, no la vivimos de la misma manera, podemos experimentar varios amaneceres frente al mar, pero no serán iguales. Si varias personas, están frente al mar contemplando el amanecer, estas la vivirán con matices diferentes.
Como en este mundo, el ser y el no ser aparentemente es una realidad palpable, pero otros pensadores esgrimía que la única realidad es la que la razón construye. Esta construcción al que se llega por el camino de la negación de los sentidos y es tan solo por este, que se llega al mundo de las ideas. Platón expresa en el libro Fedon, que este camino la recorre aquel que busca la sabiduría, el sabio es aquel que saborea o contempla el mundo de las ideas en este mundo cambiante.
Un mundo en la que toda realidad es inmutable, un mundo que es la luz para todo aquel que busca la verdad. El mundo de los sentidos, en cambio es el no ser, de lo perecedero. Para platón en este mundo que es perfecto, al que tan solo los filósofos pueden alcanzar, ya que ellos son los que buscan la sabiduría, ya que ellos buscan el ser, las realidades perennes del mundo ideal.
Este filosofo de la antigüedad, la realidad sensible eran la fuente del no ser, el ser humano quedaba atrapado por la apariencia de la realidad y nunca llegaría a gustar de la idea de BIEN, VERDAD Y BELLEZA. Ahí viene el término sabiduría, de sapere, que es gustar, degustar, contemplar los bienes que no perecen.
Este esquema de razonamiento, llevaron a los pensadores desde la antigüedad a tener una visión pesimista de los sentidos y del cuerpo. Como los sentidos me hace vivir esta experiencia cambiante y el cuerpo esta perturbando con sus necesidades e impidiendo la vida contemplativa, obstaculizando ese transitar hacia el mundo de las ideas (para la antigüedad, para el cristianismo es el reino de los cielos). Es el cuerpo como un burro al que tengo de doblegar y poner rienda y dirección a sus apetencias.
Esta visión pesimista del cuerpo y sus sentidos en la concepción del hombre que tenían los filósofos, esta se agrava con el pensamiento de la iglesia tomado fuera de contexto, ya que los impulsores eran cenobitas, ermitaños y como única condición para salvarse era el estilo de vida que profesaban, concepción de la vida cristiana que se dio en los primeros siglos después de cristo
“Orad mucho por que la carne es débil”, “Vivid en el mundo sin ser del mundo”
Estas ideas pesaron mas en la vida moral del cristiano, era necesario no vivir una vida lujuriosa y pecaminosa, de lo contrario no iban a entrar en el reino.
El disfrutar estaba circunscripto a lo justo y necesario para la vida, en cuanto esta, está orientada hacia una vida futura.
Durante muchísimo tiempo, el ser humano se fue negando a si mismo y con ello toda la capacidad que Dios, (la vida, la naturaleza, el ser, la verdad etc., como ustedes quieran llamar el origen de la vida), le dio para sentir y a expresar.
LA PALABRA Y EL INCONSCIENTE
En la escuela francesa, con Lacan manifiesta este pensamiento, “Es porque algo ha sido atado a la palabra que el discurso puede, en el análisis, desatarlo”. Efectivamente, no existe demostración más eficaz que la interpretación de los sueños en S. Freud, el hecho simple que existe de un sueño y su interpretación del mismo realizado por un analista. Entre el análisis y el sueño media la palabra en el relato.
Es este, el que toma un papel preponderante y en donde aparece el código, lo desconocido manifiesto. Por eso para Freud, se desinteresaba de lo ocurrido realmente en el sueño para poner énfasis y toda su atención en las palabras con las que el sueño era relatado. Pasando a instalarse en el análisis de los significantes verbales.
Aunque aparentemente, notamos que el hombre es dueño de la palabra, pero este esta sujetado por la misma, es el lenguaje en la que se instaura en la vida de el y con el también el inconsciente ampliado. Ya que por medio de la expresión verbal y sus significante es que recibe lo prohibido, del medio.
Esta realidad común a la experiencia lingüística y a la experiencia psicoanalítica: que es imposible obtener un mensaje a partir de un sujeto cualquiera si no existe previamente una cadena de significante y una regimentación previa de los empleos. Es en la existencia de este mecanismo complejo, que hace que un discurso diga siempre más u otra cosa que lo que quiere decir.
UN CUENTO DE GRATITUD
UN INTRUSO QUIERE ENTRAR EN MI CASA
Ese desconocido que se hace sentir, ese nuevo ser al que lo imaginamos pequeño y desvalido, tan necesitado de los papas en sus primeros años de vida, y el objeto y la causa en la se sublima sensaciones, intensiones y deseos.
Este desconocido, al que ya le imaginamos de distintas formas, mas aun, estas imágenes nos lo dan la pequeña y la ampliada comunidad de seres humanos que nos rodeas y amamos. Esta relación primaria en la que el niño ya esta recibiendo pautas culturales, el lenguaje, que no es frío, sino que tiene una forma en la comunicación cuando se la esta expresando y manifestando un universo de sensaciones.
Desde el vientre materno, mas que nunca se esta dando la importancia de instaurar un dialogo primario con nuestros hijos. Inclusive sus hermanitos con la ayuda de los padres, al que se le presta o ayuda a que ellos se imagine como será el intruso, mas bien esta escuela en la que se trata de instaurar conceptos y una relación con alguien al que el niño no ve.
La presión de los papas a dialogar con el enemigo, el lo siente como algo importante al que la mama y papa le dan mucha importancia. El niño, que todavía no tiene el concepto de hermano introyectado.
Tiene mucho que ver o es la causa cuando expresamos “a nuestros hermanos no lo elegimos, se nos impone una convivencia con ellos, mas a los amigos si los elegimos nosotros y nosotros elegimos como convivir con ellos”.
Gracias a papa y mama que realiza un trabajo de acercamiento entre el intruso y el niño. Pero el niño no lo ve como una expresión maravillosa de la vida. Es alguien al que la mama tiene en la panza y no lo quiere mostrar. Si el niño ve la expresión de la madre que le dice que es un bebe, El también recuerda los primeros años de vida. Es alguien, al que su mama le brindara cariño, afecto, y algo de su cuerpo que es la teta.
El niño sufre, el temor de perder a su mama es tremendo, son los momentos en que los hijos demuestran un gran estrés y manifiestan rebeldía, exigencias para llamar la atención, sufren regresiones con la intención de conquistar el lugar al que el considera perdido.
Muchas veces con la intención de que nuestros hijos no sufran, hacemos mil una técnica de sociabilizacion con el hermanito que viene. Recordemos que es algo natural, impuesto por la naturaleza al que no podemos cambiar. El niño siempre va experimentar el complejo del intruso. Pero también es necesario para que nosotros aprendamos a convivir respetando pautas y reglas con el desconocido.
UN CUENTO DISTINTO
¡Por favor!, prepárame una poción de amor para que mi hijastro me quiera-le suplico la mujer desesperada.
- Puedo preparártela – le contesto el hechicero, pero los ingredientes son muy difíciles de obtener. Debes traerme tres pelos del bigote de un león vivo.
La mujer imploro diciendo que era imposible, que seria devorada, pero el hechicero insistió en que era la única forma.
A la jornada siguiente, fue otra vez a la morada del león con más comida, espero a que apareciera y dejo el cuenco antes de irse. Cada día le dejaba más cerca la comida y esperaba un poco más antes de irse.
En una ocasión decidió esperar a que el león comiera la carne para mirarle desde la distancia. Otro día se puso lo bastante cerca como para poder oír su respiración y, al cabo de un tiempo, se acerco tanto que podía olerlo. Cada vez le decía palabras suaves. Después de mucho, mucho tiempo, ya podía quedarse cerca de el mientras comía.
Y llego el momento en que el león se mostraba tranquilo en su presencia, se estiraba y dejaba que le acariciase su pelaje, ronroneando feliz. La joven mujer decidida que entonces podía cumplir con su propósito. Mientras acariciaba la espalda y la cabeza de la bestia, hablándole suavemente, tomo tres pelos de su bigote sin que lo notara.
- Gracias, querido amigo – le dijo, y se fue derecha a la cabaña del hechicero, quien se mostró encantado de que le hubiera traído, al fin, los ingredientes mágicos.
- ¿Pero que has hecho? – le grito ella -. Eran para la poción de amor que quería que hicieras. ¿Puedes imaginarte que difícil ha sido para mí obtenerlos? Me ha llevado meses ganarme la confianza del fiero león.
- ¿De verdad crees que el amor y la confianza de un niño pueden ser mas difíciles de obtener que los pelos de una bestia salvaje?
- le pregunto a la mujer – Vete a casa y piensa en lo que has logrado.
La joven mujer comprendió. Reconoció su hazaña, su espera paciento a lo largo de los meses y sus intentos graduales de acercarse al león.
Ella misma había cambiado durante el intento.
Ahora la aproximación a su hijastro seria diferente. Espero, segura y confiada, se acerco a El, poco a poco, respetando su ritmo y su territorio, sin invadirle, y sin, por eso, dejarlo por imposible. Tras un tiempo, el niño la acepto como su madre y la dejo entrar en su corazón. (Cuento tradicional de Etiopia) contado por Piero Ferrucci y Vivien Reid