Muchas veces pasamos gran parte de nuestra existencia lamentándonos por la situación actual, como que ya nos hemos acostumbrado a ello a tal punto que la utilizamos frescamente como una muletilla o excusa para iniciar un dialogo, como si lo mas positivo para preparar el encuentro con otra persona es contándole una queja cotidiana o con el popular interrogatorio.
¿Qué calor hace?
¿hasta cuando?,
¿no vio la tv?, en la localidad de Ancas Flojas murieron 3 ancianos como consecuencia de esta ola de calor.
Hay pobres, ¿se habrán expuesto mucho al sol?, ¿se habrán insolado?.
No vecina, se ahogaron, no le dije que era una ola de calor.
En fin, la vida la contamos muchas veces en capítulos al mejor estilo del arte dramático, everyday life, la vie quotidienneen, la vida cotidiana, la sentimos con el endoso existencial del deseo por lo contrario, siempre ha y pesar pero con el deseo esperanzado del final feliz. Añorando los días frescos cuando sentimos que el calor nos agobia o lo contrario.
¿Quien conforma al corazón del hombre?
¿Que ser humano no ha deseado momento de paz y felicidad, desde la profundidad del sufrimiento?,¿ el deseo de encontrar el amor de su vida, desde el camino oscuro de la soledad?.
También se vio que cuanto mas intenso es este deseo, mas se aferra a la vida.
No nos vamos a preguntar si el sufrimiento es necesario, pero ¿que es lo que lo provoca?.
Me acuerdo que tenia 16 años y me había enamorado, a tal punto que me decían amor, por que estaba sordo, ciego y pe@#€tudo, mi madre me decía afligida al verme en mi desazón me decía, “que te hizo esa chinita, ¿te ha engualichao?
Mi abuela que tenia otra óptica, con la paciencia y la sabiduría que da la edad, me dijo Aguante mijo, por que todo lo que no mata fortalece”.
Todas las sensaciones e imágenes que nos llega por medio de los sentidos, son puros, son estímulos que nos llegan a nosotros, la mente es la que da la valoración de si es bueno o malo, la mente pone sentido a las sensaciones y ahí esta el tema en cuestión.
Muchas veces podemos sentir emociones pero esta tan solo vienen y van en la vida, pero si le damos importancia nos puede llevar por un camino oscuro e infernal.
En el acto de sentirlas, se pone en juego todo nuestro bagaje cultural y familiar la que ante determinadas circunstancia uno le da la magnitud, no es que ellas las tienen en si misma, somos nosotros la que le damos color a todo lo que nos viene de afuera.
Existen 6 categorías básicas de emociones.
- MIEDO: Anticipación de una amenaza o peligro que produce ansiedad, incertidumbre, inseguridad.
- SORPRESA: Sobresalto, asombro, desconcierto. Es muy transitoria. Puede dar una aproximación cognitiva para saber qué pasa.
- AVERSIÓN: Disgusto, asco, solemos alejarnos del objeto que nos produce aversión.
- IRA: Rabia, enojo, resentimiento, furia, irritabilidad.
- ALEGRÍA: Diversión, euforia, gratificación, contentos, da una sensación de bienestar, de seguridad.
- TRISTEZA: Pena, soledad, pesimismo.
Si tenemos en cuenta esta finalidad adaptativa de las emociones, podríamos decir que tienen diferentes funciones:
- MIEDO: Tendemos hacia la protección.
- SORPRESA: Ayuda a orientarnos frente a la nueva situación.
- AVERSIÓN: Nos produce rechazo hacia aquello que tenemos delante.
- IRA: Nos induce hacia la destrucción.
- ALEGRÍA: Nos induce hacia la reproducción (deseamos reproducir aquel suceso que nos hace sentir bien).
- TRISTEZA: Nos motiva hacia una nueva reintegración personal.
Pero para trabajar a cada una de estas, tenemos que estar posicionados para poder trabajar con ellas, si nos dejamos arrastrar por un cuadro de angustia seguro que caeríamos en una psicosis depresiva, pero si desde mi propio interior observo que es lo que me angustia y cuales son sus raíces, entonces estaremos en un camino que nos llevara a sobreponernos de este estado.
Las emociones es parte de nuestra naturaleza, están para ser sentidas, las que nos hacen crecer y adaptar al medio, o como ser humano a dar respuestas asertivas.
Las emociones no pueden ser controladas desde afuera sino deben serlo desde adentro de nuestra vida.
Vivir significa conocerse y ese conocimiento es le que nos permite relacionarnos con el otro y con nosotros mismos.