19 de noviembre de 2008

VIVIR CON GANAS

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Cada ves es mas difícil de encontrar en las grandes ciudades, personas que tiene esa natural jovialidad, conectado con la naturaleza, agradecido por la vida.

Generalmente el hombre de hoy, esta en la dura batalla de su equilibrio emocional, social, económico y afectivo. Otros, están luchando grandes batallas para tener algo y abrirse paso en su medio social. Otros, luchan en sus distintos quehaceres, con sus firmes propósitos de tener el fino espacio donde se posan las miradas y el reconocimiento del status quo. El tener un pequeño espacio y el equilibrio es la meta tan ansiada del hombre moderno.

Finalmente están los que tratan de vivir. Esa zona marginal, donde la lucha se hace encarnizada donde el superior de lo inferior, se toca, con lo inferior de lo superior. Donde ser esclavo de los señores es un honor. Tan solo es una lucha, donde el buen vivir algunas veces cuesta la enajenación en el mundo laboral y los gustos es a otro nivel, pero se vive el sueño de la igualdad.

De que en el mundo moderno en el que vivimos, el hombre de hoy este conectado con la naturaleza, bueno, es difícil.




Porque lo que ante era común caminar descalzo sobre tierra firme y experimentar las diferentes sensaciones de terrenos. En nombre del progreso vino los calzados, luego las carreteras y luego el cemento. En nombre de la tan mentada ciencia y tecnología, el ser humano se la ingenio en contruir una naturaleza a su medida. Ya no pisa tierra, sus pies ya no siente la sensación de estar descalzo sobre la tierra, mas aun algunos, tienen miedo de andar descalzo a campo traviesa o tan solo caminar sobre el pasto.



Ya no se observa el tiempo, si va a llover, si habrá ventisca. Todo lo dice la TV con el servicio metereológico. Ya no se escucha el canto de los pájaros al despertar cuando cotidianamente uno va a trabajar.
Para algunos nostálgicos solitarios “gracias al ser” tiene sus mascotas.

Otros viven solos, como en una gran jungla metálica que los llevan a reaccionar con el sistema. Desnaturalizados, desarraigado, lo único que les queda reaccionar con ese gran invisible anónimo que lo dejo desnudo, el sistema.
No aceptan la realidad, en ves de cambiar su estilo de vida, perdió la esperanza, el sentido de la vida, perdió la razón de ser.

Ya sea el móvil o la causa que persiguen, sigue siendo un sueño, una panacea a alcanzar, la paz, la armonía. Los sueños son motores que llevan a un cambio. Estos motores tienen como combustible la esperanza posita y realista de que el objetivo será alcanzado.
No es un esperar efímero, como es la ilusión, donde el pasotismo, deja pasar la vida pasivamente, donde “como deseo alcanzar”….., “que lindo seria si”…., la vida fluye entre la ilusiones sin tener la necesidad de luchar, donde la vida se sumerge en la mediocridad y la miseria.



El deseo o la ilusión muere, cuando encuentro la bondad al objeto de mis deseos, luego contemplándolo tengo la certeza que, los mismos, son alcanzables y están dentro de mis posibilidades.
Desear sembrar maíz en la luna, es posible si tengo los medios, pero si no los tengo y los medios son inalcanzables, la realización de tal deseo es imposible, seguirá siendo un deseo estéril. Pero los deseos son buenos en la medida en que me mueven a objetivar y buscar la bondad y la necesidad del objeto mismo, cuando esto de se da se abre la puerta de la esperanza y la misma con la realización produce un crecimiento humano. Muere todo los deseos y se ejecuta interiormente “yo voy alcanzar este titulo que tanto deseo”, “yo voy a tener una hermosa casa gracias a mis ahorros”, etc.

El soñar condimenta la vida, le da sabor, es ahí que viene el término sabiduría, viene del griego, sapere que significa gustar.
Degustar los pequeños momento del tiempo presente que importante. Es saber descubrir, mejor lo digamos de otra forma, es saber sacar lo que cubre a la bondad de cada momento o cosas y degustar, eso es sabiduría.

Al descubrir el bien inserto en la naturaleza, voy descubriendo mi propia naturaleza y lo que ella necesita para ser plenamente feliz. Es ahí cuando una luz va iluminando mis reales necesidades humana y se despierta el “yo necesito”, “yo voy ha”…, estos sueños lanzados para ser alcanzados, me dan energía que me hace estar en acción. La vida posicionada en esta dirección, encuentra su sentido, la lucha templa y renueva la espera, transformándome.




El haber alcanzado un titulo Técnico, que me habré un nuevo campo laboral, he cambiado la vida y ya no soy el mismo de ayer. Ante me la rebuscaba lustrando zapatos. Como dice esta hermosa letra del un viejo tango:

“uno busca lleno de esperanzas
El camino de los sueños
Prometieron a sus ansias
Sabe que la lucha es cruel
Y es mucha
Pero lucha y se desangra
Por la fe que se empecina
Uno va arrastrándose ente espinas
Y en su afán de dar su amor…”
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8 de noviembre de 2008

EL HOMBRE Y LA NATURALEZA

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El universo

Siervos que dan sentido
Y finalidad a las hierbas
Y el reloj de la naturaleza
Les da su tiempo
Y lo que ha producido la tierra
Todo a su momento
Del ser al no ser crecimiento







Y pasan las cosas
De uno a otro estado
Y el universo mecido
En leyes cósmicas
Como por alguien gobernado
Tú contemplas todo
Con admirable grandeza
El perdido del eterno gozo
Dejo en tu ser
La dualidad y la tristeza




Y pasan por tus simientes
Muerte, dolor y alegrías
Antes era una sola sensación
Ahora son dos en constante
Dicotomía.



Te levantas cada mañana
Para buscar el bien y la belleza
Y construye la verdad
Al atrapar a la naturaleza
Y así pasan tus días
Esbozo de divinidad caída




El Hombre

Homo Faber,
Animal sociable,
A la naturaleza codificas
Y la haces amable
Sacando conceptos
Y tejiendo razones
Creatura simbólica
Automoción pensante
Con fines e intenciones.




No agotan tu esencia,
Un universo de definiciones.
¿Quién te dio el poder
De hacer objetos útiles
Para suplir tus limitaciones?
De la tierra sacas,
Con tu mano moldeas
Y en el mundo tú le pones,
En ti encuentran su razón de ser
! OH manifiesta perfección
Del hombre ¡


Creas conceptos
Arquitectónicos juicios
Fundamentadas opiniones
Realidad inmaterial,
Captadas por tus
Inteligibles visiones,
Que unida a la carne
Escondes.
Materia y forma,
Alma y cuerpo,
De tu constitución existencial,
Tantas explicaciones

Eres espíritu amasado
En carne,
Un quejido de felicidad eterna
Entre la tierra
Y el cielo interpones

Leyendo los fundamentos
De tu existencia,
Encierras una canción de cuna,
Vives una suave sonrisa,
La melodía lastimera del llanto,
El dolor y la muerte,
La despedida y un triste canto.‑

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7 de noviembre de 2008

ANGELITOS ENOJADOS

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Lucia se había recibido de docente, para los planes EGB de educación y hacia dos años que venía cumpliendo suplencias en colegios privados. Sus sueños, la que fue plasmando por medio de la dedicación y el esfuerzo, era la de enseñar en un colegio publico, a niños de escasos recursos o en escuela rural.

No apagaba la luz de su vela encendida a ver su sueño cumplido, mas aun, con el tiempo daba mas luz y cuando había dificultad para lograr algún objetivo, se decía así misma “Lucia esto se va a poner lindo”. -

Juana, maestra en la escuela Narciso Esteban Choque, frente al grado B, sus ideales muertos en el campo de batalla no por el alumnado, sino asesinado por la estructura y el sistema educativo. Ella esperaba hace cinco meses un bebe, con un embarazo complicado por placenta previa, solicito licencia por maternidad antes de lo debido por el bienestar del niño.

Estando Lucia en su casa corrigiendo algunos cuadernos del instituto donde enseñaba, sintió el timbre de su caja sonar, su madre que le decía de la cocina, “Lucia atiende la puerta por favor”. Era el cartero trayéndole una correspondencia, el remitente decía “Ministerio de Educación”, un poco extrañada lo abrió y se encontró con la Resolución 224/2008 del 15 de Junio en la que redactaba lo siguiente: “estando la maestra de grado Sra. JUARES DOLORES CHAMPAS haciendo uso de su licencia por maternidad, viendo la necesidad de cubrir su reemplazo y teniendo en cuenta los candidatos elevados por la Junta de Clasificación, esta Secretaria de Educación ha dispuesto: mientras dure su titular, aprobar y nombrar como reemplazante a la maestra de grados Lucia Raquel Castro, a los efectos de cubrir la vacante producida en el grado B de la Escuela Narciso Esteban Choque”.

Como dicen los mexicanos “uacale”. Se quedo helada por unos segundos, atolondrada sin reaccionar por otros mas y expectante, eufórica por el resto del día. Parecía amor: “sorda, ciega y distraída”, siiii cuando los chicos se enamoran son así.
Esa tarde salió para ver la ubicación de la escuela, como un reconocimiento previo en donde iba a desplegar su acción.
La escuela estaba en una zona semi rural a las afuera de la ciudad, era un cordón en donde se hacinaba personas de escasos recursos, algunos eran parte del campesinado minifundista que venia a la ciudad a buscar trabajo, otros eran lo que la sociedad marginaba, por no tener un lugar para ellos.

Eran vendedores ambulantes, otros que ya se había acostumbrado al subsidio del estado, plan jefa o jefe de hogar, cobraba gratuitamente un monto de dinero que el Estado Nacional les pagaba. En algunos casos, eran los dos (el jefe y la jefa), los que cobraban dentro de una familia, acostumbrados a vivir miserablemente de las dadivas y a no aspirar a crecer humanamente en la vida, pasaban sus días en estas condiciones, mas los bolsones de mercadería que recibían. Eso si, cada vez que el poder político necesitaba un grupo de personas que los victorease, ahí estaban los papitos y la mamitas. Previa toma de asistencia estaban presente en la movilización y después de ella el bolsón de mercadería.
El estado necesitaba demostrar que ellos contaban con apoyo, ahí tenían el apoyo de los jefes y jefas de hogar.





Los más rescatables en ese estado de pobreza, eran los vendedores ambulantes, los recolectores y seleccionadores de basuras de la “gente hermosa como uno” de los barrios residenciales.
Estos barrios pobres que rodeaban a zonas pudientes de la clase media alta y altísima, parecían parásitos, ya que sobrevivían de los desechos de una pequeña sociedad opulenta y egoísta.


La diferencia sé hacia sentir hasta en el olor y el color de la piel. No de los que son blancos o negros, sino que la piel con escamaciones por falta de una buena alimentación, reseca sin brillo y olorosa.

En muchos casos, con la finalidad de que los niños tuvieran algo que comer, le inscribían en la escuela con la esperanza de que recibieran, la copa de leche.


Cuando Lucia se presenta ante la dirección de la escuela, la Directora le dio un panorama sombrío del grado y aconsejándole que use una disciplina estricta, ya que los niños a muy pequeña edad o ya de nacimiento, eran delincuentes y potenciales asesinos, pervertidos, violadores etc. Y para el colmo con reseña de cada uno de los familiares.

Ángeles irritados por el cansancio, la violencia familiar, la mala alimentación y por el trabajo forzado a los que se veían para traer unos centavos a casa y sin saber, por el temor a la reprimenda, si darle a la madre o al padre, ya que uno de los dos o en el peor de los casos, los dos se dedican a la bebida alcohólica. Ese dinero seguro que no seria para calmar el hambre.
Ángeles irritados, por que todas las tardes, eran reclutados en distintos grupos y llevado a la ciudad, para la mendicidad o la separación y recolección de basuras, que vendiéndola se ganaban unos escasos centavos y el resto lo grueso de la venta para el reclutador, para el señor de la camioneta.




Ángeles irritado, por la explotación y el trabajo de lunes a sábados hasta alta horas de la noche, recolectando papel, vidrio, metales, botellas de plásticos y plásticos de todo genero. Otros en los tachos de basuras de los bares, parrilladas y restaurantes. Pequeños duendes buscando la forma de subsistir.

Lucia tenia todo un royo en la cabeza, iban y venían ideas “tan solo seis meses” “son niños” “son unos Ángeles enojados por los sufrimientos” “son Ángeles cocinados por el mal trato”.

Llego al aula, escoltada por la subalterna de la Directora, con un largo puntero de madera color roble. La Secretaria de la escuela, pura y radiante con su delantal blanco, ni que fuese a un casting de algún jabón en polvo, que se ve en los medio de comunicaciones. Procedió a saludar a los niños y estos como si fuese una provocación y desacato a la autoridad siguieron jugando.
Ella mira, a los alborotados, pilluelos, pequeños ruines, mal vividores, siguiéndolos con su mirada sin dejar nada pendiente de observar. Como domando a una fiera iracunda de la colina de tasmania, la señorita Secretaria, gruño digamos mejor RUUGIOOOO, de tal forma que los pocos vidrios sueltos de las ventanas vibraban.
Abrió tanto la boca que parecía un hipopótamo locamente enojado, como mostrando una vista panorámica del viejo cinemascope, todo sus molares, se pudo contar 4 muelas con sarro y emplomadas, un implante de acrílico viejo, tres diente con sarro y dos careados.

Y asestando un fuerte golpe en un pupitre de la primera fila. Ante este derroche de energía y puro ruido, los rufianes callaron. Su mirada fija, monitoreaba todo el curso, como los ojos fríos de un tiburón. A los niños se les subieron una sensación gélida por toda la espalda y Lucia saco su primer aprendizaje.

Para domar salvajes, pilluelos, hay que ser una fiera iracunda, con una mirada asesina y dar golpes certeros. El miedo, Siiii el miedo es educativo. ¿Pero será realmente así?

Con una escueta sonrisa, después de dos horas de masaje en la cara para poder estirar los labios, la señorita Secretaria presenta a Lucia y haciendo entrega del bastón de mando, le puso en mano derecha como extensión de su autoridad, el temible puntero.

Los niños se sentaron y tomando asistencia empezó a caminar entre las filas, mientras leía fue necesario dar la vuelta la hoja y levantando la mano derecha donde tenia el puntero, tomo desprevenido al niño del asiento delante de ella, y este se acurruco como quien se defiende de un golpe. Ella se quedo tiesa, sin dar explicaciones mirando fijo al puntero, sintiendo el poder que tenia sobre la vida humana. Esta mágico y tenebroso poder del puntero la acompaño durante todo el día.

Al otro día, se presente al aula saludo a los niños, los niños al principio vieron que a la Seño le faltaba algo, pero en la medida que el tiempo pasaba y no sentir el peculiar y familiar rugidos en el aire de esta espesa selva, los niños empezaron poco a poco levantar la vos, como para ganar terreno, ella en cambio con una sonrisa serena los miro y despacio como si fuera un susurro, dijo: Buenos días niños.
Los villanos se miraron unos a otros y mirándola atónito por que esta fiera no gruñía, siguieron hablando.






Dijo nuevamente, pero ahora con vos amable pero poniéndole una pizca de dulzura; “me escuchan chicos, buenos días”, los chicos abrían los ojos como huevos fritos, el desconcierto corrió por el ánimos de estos Ángeles mas rápido que un instante, y el silencio cundió el aula.

Lucia por dentro “OH my god, OH my god, Jesús Christi, aleluya, glorie glorie aleluya”, de atea por arte de magia estos Ángeles la convirtieron en Cristiana.

Para no perder la esperanza, los niños esperaban por sorpresa, como ataque relámpago, el golpe mortal y diabólico. Pero no pasaba lo que tanto sospechaban, en su estupefacción, pensaban “a esta ameba ¿De que charco la sacaron?
Ella acercándose a cada uno de ellos abriendo su cuaderno y dándole consignas. En el lapso de 15 minutos toda el aula quedo atrapada en un profundo silencio, se podía escuchar la brisa que corría haciendo contornear la vieja cortina de la ventana. Así pasó un día más.

Al otro día Lucia se presento en el grado, saludo con una mirada tierna y una vos dulce a los angelitos irritados y haciendo un profundo silencio. Los niños no sabia que cosas nuevas iban a vivir bajo el sol de este bendito día, el deseo de escuchar el rugido feroz y cotidiano había menguando, pero observaban los movimientos de la seño como si fuera un partida de ajedrez. La seño como haciendo jaque, pregunto chicos, ¿Para que vienen a la escuela? Yo los veo con tantas ganas de jugar, me gustaría verlos felices afuera, parece que están encerrados, no es mi intención tenerlos conmigo y no están disfrutando la clase. José uno de los niños de más edad dentro del aula, respondió: Señorita no podemos.
¿Porque no? Dijo la señorita.
Veamos, aquel que no quiera estar acá conmigo, puede salir a jugar o irse a su casa.

José volvió arremeter, no seño, no, usted no entiende.
Si nos vamos, quien nos va a dar el chocolate con el sanguche de mortadela, por eso nos quedamos. Además si no comemos acá, quizás en la casa no vamos a poder comer, por que muchas veces no hay.
Aguantamos por más que la señorita Directora nos dice que no aprendemos, por que de nacimiento somos brutos, delincuentes y no servimos.

Lucia no pudo mas, se sintió un Glup, de un trago de una garganta que se le había serrado, con dos diamantes que empezaban a correr por su rostro, para no mostrarse vulnerada por la realidad se deshizo de ellos con mucha diplomacia.

Muy bien José, que opina tú respecto a lo que dice la señorita directora, que piensas ¿tiene razón ella?
José callo por temor. Bueno seño, dijo Pelusa, yo creo que ella tiene razón, yo intento estudiar pero me duermo y cuando me despierto, tengo que salir con los chicos, por que esta el señor de la camioneta.
Bueno dijo Lucia, les voy a contar un cuento para que ustedes lo charlen con su compañero de la par.

“Había un hombre que sentado en el asiento de una plaza lloraba desconsolado, soy pobre, no tengo nada para comer, estoy acabado. Así uno y otra ve.
Un día se le acerco un señor, un poco compadecido por la forma en que sollozaba y le dijo: oye te doy un poco de dinero.
Pero que poco tacto tienes, tu que crees, que a pesar de mi pobreza voy a permitir que gratuitamente me insultes con tu dadivas.
No quiero tus limosnas le contesto.

Pero el hombre con una sonrisa le dijo: Oye no me malinterpretes, no te lo regalare a mi me costo, tan solo me gustaría que me vendiera tus ojos, mira tengo cataratas y me estoy quedando ciego, necesito el cristalino de tu pupilas para poder ver.

Te compro tus ojos a $ 250.000. El hombrecito creyendo que era una burla, siguió con las exclamaciones, “estoy en la ruina quien me puede ayudar”, como diríamos, estaba como una gata flora.

Pero cristiano escúchame, no te estoy engañando, ni mofándome de ti, tan solo te pide, por favor, que me vendas tus ojos, te pago 1.000.000 de pesos.

Este seguía en la misma tesitura. El hombre ya un poco enfadado acerco y le dijo con vos impaciente. “deja de llorar como una magdalena” no te das cuenta que no necesitas dinero, por que te mofas de la gente”, este se callo y lo miro, ¿Qué sabes tu de mi vida?
Se mas que tu, le contesto. De hace rato te ofrecí hasta 1.000.000 por tus ojos y no me lo quieres vender. ¿No te das cuenta que eres rico?
Te estoy ofreciendo comprar algo valioso que tienes y no te das cuenta.

Chicos, pasamos la vida llorando por lo que nos dicen, llorando por lo que no vemos y creemos que no tenemos.

NOS TENEMOS A NOSOTROS MISMOS, AHORA FALTA QUE DESCUBRAMOS CUAN IMPORTANTE Y VALIOSO SOY”.

Como dice un sabio oriental: “TODO EL REINO ES PARA TI Y SOLO TIENES QUE RECLAMARLO. PERO NO PUEDES NI SIQUIERA SOÑAR CON RECLAMARLO, SI EN TU OSCURIDAD CREES QUE NADA VALES, QUE ERES UN MENDIGO. EL TESORO ESTA AHÍ, SEGUIRA EN LO OSCURO MIENTRAS NO CONFIES EN TI” OSHO

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1 de noviembre de 2008

LOS GALLOS DE MI ABUELO

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Casi siempre estaban detrás de los barrotes, era los primeros que alteraban desde temprano la vida del vecindario, con tan solo hacerse escuchar, su fin era imponerse sobre el resto.

Se los sacaban dos veces al día, previamente se les impedían ver, no vaya a ser que se escapen, previas rigurosas anteojeras o capucha con soga atada a los pies se los hacía caminar, trotar, correr, trote con dificultad. Con una vara de junco y con golpe sostenido se le golpeaba su lado izquierdo o derecho, según sea para donde uno quería que doblase. Una vez al día tenían que pelear con los ojos vendados, como para ejercitarlos en momentos extremos, ya sea que estuviesen en plena oscuridad o en lo peor de la batalla llegaran a quedar ciegos, tenían que prevenir e intuir por donde viene el golpe del enemigo y así aprender a sobrevivir y seguir peleando de esta manera.

Se los incentivaba, se les enseñaban a desarrollar los instintos y el principal el de supervivencia, tan solo dos veces a la semana eran peleas normales. Con tanta exigencia física, se los refrescaba esparciéndole agua, su trabajo era agotador e inhumano, pero era necesario que descargaran todas sus energías, eran perfectos asesinos y detrás de los barrotes tenían que estar sedados, tranquilos pero sin usar psicofármacos, tan solo debían ejercitar y descargar sus violencias.

Pero eran los que mejor comían y todo regulado a horario. Llevaban un régimen de actividades duramente estructurada como para reeducar a psicópatas, ni en las mejores cárceles o los más rigurosos adiestramiento de elites, tenían los gallos de riñas de mi abuelo.

Eran animales hermosos, de plumas azules y doradas que brillaban aun en los días nublados. Sus muslos desarrollados y prominentes, salían de sus jaulas los días Domingo cuando mi abuelo debía competir en las famosas riñas de gallos, del Timbo Nuevo. Ensillaba su caballo moro, hermoso, esbelto, era dócil a más no poder, como decían las parroquianas “ay, si es un pan de Dios”.

El estaba orgulloso de sus gallos, algunas veces delegaba a Toro algunas actividades de adiestramiento y esta vez le dijo que lo encapuchara y lo hiciera trotar suavemente por todo el cerco. Con toro, ya al caer la tarde, el sol se hacia sentir, pero ya no hería con sus rayos la piel, era soportable su presencia.

El gallito trotaba desde el cerco hasta el bajo, pero de tanto jugar ya no contamos las idas y vueltas, creo que estaba un poquito extenuado. Como tenía capucha no el sabía si iba sacando la lengua o no, buen en fin, así es la vida del gallo de riña, durísima.

A mitad del cerco, el bípedo plumífero salvaje, se paró instintivamente como quien se detiene ante el peligro y efectivamente, a poco metros estaba el gallo tuerto de los guanqueros, bueno para los que no leyeron los otros cuentos, los guanqueros son los primos hermanos de mi abuelo, lindaba con las tierras de el.

Era un gallo mañero, siempre se cruzaba para pisar a las gallinas de mi abuela Dorotea, en cambio mi abuelo quería que sus gallos pisaran, pero estos eran chicos rudos cuando pisaban, con el pico se hacía de las crestas de las gallinas, lastimándolas y como tenían unas filosas uñas o garras, las dejaban chasca y descangayadas. Ve, no eran sonsas las gallinas al momento de amar, siempre elegían a este gallo tuerto, ya que era suave y placentero, ¡que asombrosa es la naturaleza!

Como el gallo de mi abuelo era tremendamente territorealista, donde estaba él, no pisaba ningún otro gallo, y así con las patas atadas y encapuchado, no media riesgos, era aguerridamente imprudente. Se le fue como a picotearlo y con las plumas paradas, un perfecto guerrero. El tuerto se puso firme, sin conocimiento de contienda sino aquellas que le daba placer, se puso un poco de costado, no parecía tan gallito, pero nos dimos cuenta que la posición ayudaba a la visión. Con Toro nos miramos, se nos cruzo la tentación de soltar la correa, “y que hacemos”, como a nosotros niños, no nos permitía ir a las riñas de gallos, nunca lo habíamos visto pelear, bueno la curiosidad fue placenteramente grande, revivir “in situ” lo que nos prohibían, fue la mejor decisión.

Soltamos la soga, era la pelea de dos gallos, en una esquina estaba el gallo tuerto y la otra el gallo ciego, dije que estaba encapuchado, ya que no hubo tiempo de sacarle la capucha y como estaba entrenado para estas situaciones, bueno a pelear se a dicho.

La contienda empezó, el gallo de mi abuelo como estaba con capucha sus picotadas golpeaba con fuerza pero no herían, había una pérdida de efectividad del 30%, los espuelones eran armas mortales que cortaba la piel pasando previamente por las plumas. El tuerto parecía muy refinado, pero pasaba por sus cabezas el harem de gallinas pisadas y lucho por ellas. Su lucha tenia sentido, peleaba por el amor pepermetuo. Sacó fuerza y doblegó al gallo de mi abuelo, aun peleando de costado, Ahora me doy cuenta que cuando la vida tiene sentido, o la causa tiene una razón de ser para la existencia y la felicidad, no importa el peligro, uno saca fuerzas de donde no tiene para conseguir o defender lo que anhelamos o valoramos.

Así es, el guerrero fue vencido por el amor, el tuertito con su posición dudosa, le hizo retroceder y huir. Como las cosas ya estaban dirimidas, nos miramos con asombro, no sabíamos si decir “guauuuu que pelea” o tan solo “araca el gallo de riñas”.

Lo atrapamos, le pusimos la correa de nuevo en un parsimonioso silencio y con el respeto que se merece, lo hicimos caminar de vuelta a la jaula, los dos callados pensando que todo ser tiene un molde que lo sujete.

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21 de octubre de 2008

CAMINANDO

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Era domingo salí como quien busca un destino, un lugar simbólico, donde nuestra existencia va tejiendo sentido como habitante nómada de la calle. Mi hija tenia sentido en ese momento, cuando uno empieza a vivir el momento, el aquí y el ahora, empieza a optar de varias situaciones de vida, seguro que uno elige aquel que tiene mas sentido al corazón, es un ejercicio de escuchar al corazón y no a la razón. ¿Alguien se acuerda del sentido común? No nos distraigamos, como decía, la razón me hablara de obligaciones, de metas por cumplir, de deudas, de logros, de trabajo etc. En cambio el corazón me habla de momentos de vida, vivencias, compartir, momentos de amor, momentos de empatía, de comprensión. Momentos que se da en el tiempo y el espacio. El único tiempo que comprende el corazón es el presente.




El destino elegido es la casa de mi hija, ella por lo que quedaba del día celebraba sus 13 años. Estaba despidiendo su niñez, aunque es hermoso no dejar de ser niño nunca, ya que ellos tienen energías para buscar cosas nueva, son creadores de nuevos juegos, son imaginativos, siempre preguntan por la esencia de las cosas, están en un periodo de descubrimiento, ven siempre el lado positivo de la vida, todo le llama la atención, viven con el corazón. Después la cultura, la educación le enseña a utilizar la razón.



Los chicos de ahora sueñan con ser grandes y nosotros grandes soñamos con ser niños, no tener obligaciones que nos agobian, no tener la agenda del cumplí miento, no tener que responder ciegamente a una estructura emocional y cultural para comunicarse con la gente, no tener que estar atado a los proyectos y ser esclavo del pasado etc.....

Vuelvo a mis trece, pensar que yo estaba perdido en la mas profundidades de la niñez, se jugaba a las bolillas, al trompo, se confeccionaban volantines o como se dicen barriletes. Ahora los chicos te pueden explicar el nacimiento de un bebe y como se llega a la gestación. Para mi ese tema, bueno, apareció después de los 20 años, como una charla de formación.

Los chicos de esta edad ahora están en los blog, llegan a tener grandes cantidades de direcciones de chicos que publican sus fotos, pero llamando la atención. Un día, mi hija me mando unas fotos para que mirara y le dejara una nota al respecto y la votara. Pero por curiosidad empecé a viajar como quien dice por la web (webbiando) con los distintos blog (blogiando), y me encontré con fotos de niñas de 14 a 16 años, buenos ya no eran tan niñas y de varones que ya no eran tan varones.

Pero en fin, el mundo ha cambiado tanto, las NIÑASSSS de bikinis algunas, otras con los pechos al aire, o los senos al aire, bueno por no decir con las tetas al aire, otras mostrando las asentaderas, sus nalgas, su cola, bueno son concepto que no se si tienen utilización. Hasta eso, los conceptos, Papa ya no se dice así, eso ya es viejo.



Pensar que a mi edad mirar una mujer desnuda, era una picardía ultra secreta, pero más que picardía y descubrimiento, era la causa para una semana de penitencia, tres retiros espirituales, 500 rosarios y caer en manos de un sacerdote tortuosamente exigente, que nos refregaba con una confesión de tres horas bajo un riguroso y morboso interrogatorio que ningún psicólogo podía igualar.

No exagero tuve una prolongada niñez, o era un grandote pelotudo, perdonen la expresión. Muchas veces me preguntaba si la juventud de antes era mas sana o éramos un grupo que nos negábamos a crecer o esto estaba sujeto a canon cultural de la época.

En fin, pero mientras caminaba percibía que la zapatilla del pie derecho era mucho más confortable que el de los pies izquierdo, y ligeramente más fresco el derecho que el izquierdo, como decía, así era mi vida, en mi niñez que fue de los 2 años hasta los 18 años, después entre en la pubertad.

Pienso que siempre las estructuras mentales, valores adquiridos en el medio, donde nos hemos crecido (sociales y culturales) nos condicionan el comportamiento entro lo bueno y lo malo, lo bello y lo feo; lo verdadero y lo falso etc. Y mucho mas son las estructuras que recibimos de la familia.
Todavía no sé por que mi Madre con tan solo mirarnos nos hacia recular de aquí a la china. Eh la mirada de mi madre, parecen dardos en el aire, con una mirada fuerte te fulmina y mata a alguien. Si la familia, las normas son como mis pies izquierdos que se siente apretado, asfixiado. Subí al colectivo con tantos pensamientos encima y al sentarme cruce mi pie derecho sobre el izquierdo, epaaaa epaaaa lola lo que vio traera cola, mi zapatilla derecha estaba rota con razón, tanta comodidad y tanta frescura, que a esta zapatilla no tiene arreglo ni hechura. ¿No será que abra que romper algunas estructuras en nuestra vida para vivir más cómodos y fresco?
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18 de octubre de 2008

EL ALMACEN DE TUFI

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Tufì era un libanés que tenía un gran almacén, vendía a todo el campesinado del Timbo Nuevo, Timbo viejo y El Sunchal. Venían los pobladores de distintos lugares y dejaban sus pedidos, luego de prepararlos, el los llevaba en una vieja camioneta.
Como ya había entrado en su vejez y toda su vida le dedico a bajar camionada de mercadería, ordenarla y luego enviarla a sus clientes y ya cansado de ese ajetreo diario decidió contratar a un lugareño de nombre Juan, como no hay nombre más pegadizo a este que José, como se llamaba el cristiano, Juan José López.
Si señores por esta zona los JUAN JOSE esta a la orden del día y para las chinitas románticamente JUANJO, achalay.



Bueno, Juan José, para las chicas Juanjo y para los de otro lugar JHON JHOSEP. Este caballero, era un obrero golondrina que viajaba por todo el norte y cuyo del país, en las distintas época de cosechas. Ya sea en Tucumán, la caña de azúcar y el citrus, en Mendoza la vendimia, en chaco el algodón etc. Para la cosechas era polifacético el tipo. Pero con el tiempo fue echando raíces en Tucumán.

Este era un poco joven que Tufì y ya entrando en confianza el patrón tenia el genio popular de poner apodo, le decía a Juan “catre viejo”, por que al más pequeño movimiento se quejaba.

Este le había tomado aprecio por que a pesar de sus rabietas era un hombre honesto y sincero.
Un día mientras se hacia un pequeño alto en el trabajo, Tufì sintiendo pena por su empleado le pregunto ¿Porqué reniegas tanto al hacer las cosas?.

Es que siempre tengo que hacer lo mismo: bajar la mercadería del camión, ordenar la mercadería, separar y enviar los pedidos y luego limpiar antes de irme.
¿Eso te pone mal, el hecho de que todos los días tienes que hacer lo mismo? Pregunto Tufi
Si es hartante, me angustia, pienso que podría estar haciendo otra cosa, pero todavía no se que es. Dijo Juan

Tufì, dejando pasar al silencio que es sabio y consejero, le encesto una mirada tierna y con una dulce sonrisa de padre le dijo; Mira Juan cuando vas al río y te refresca, lo haces siempre con la misma agua. Este extrañado lo mira, como diciendo “Ey la vejes viruela te esta haciendo temblar las neuronas”, y contestando le dice NO, POR QUE EL AGUA ESTA CORRIENDO CONTINUAMENTE.
Ah que interesante, no. Juan cuando comes siempre comes la misma carne, NO contesto, por que es de distintos animales.

Entonce Juan si te detienes observar más tu vida, veras que no todas las cosas que haces son iguales y un día no es igual al otro.
Lo que pasa es que te has propuesto el firmemente, en la valoración que realiza y los sentimientos que sale de tu corazón, de sentirte mal todo los días en las cosas que haces. Pero aun Juan, si observas ese pesimismo que te angustia, veras que lo que siente nunca es igual un día respecto del otro. Hasta el hastío para vivir es distinto.


Mmm..., si, creo que tiene razón, no todos los días son iguales como también creo que uno pone condimento a la vida o le damos valoraciones distintas y el corazón es el que siente.

Tufì, observándolo mientras este ordenaba los pedidos le dijo; mira Juan tu podrías hacer algo simple, te digo esto por que no se, siempre las cosas simple parece que cuesta mas
Si diga Ud. Contesto.
Cada ves que te enojes por algo, o algo te molesta o estas molesto, respira profundamente y descubre en tu interior que es lo que causa este malestar. Tomate algo de tiempo para ti y observa.

Juan mirándolo con los ojos asombrado frente a un psicólogo que necesita una flor de terapia, encogió los hombre como para no enfrentar las cosa y le dijo un Si lacónico, pero en fin, le quedo picando la propuesta, pero lo que mas le llamo la atención, eso de que lo simple cuesta.

Paso los días y el silencio se adueñaba del deposito hasta se podía sentir las carreras de cucarachas. Lo extraño como si pasara algo raro Juan empezó a dibujar en su rostro una sutil sonrisa en ves de renegar. Tufì asombrado pensó para adentro, está enamorado, debe ser que esta amando el chango.
Chango. ja ja si este ya no se ablanda ni en una hoya de acero en tres días de hervor, con carbón de piedra. Chango jajajaj.

Para salir del asombro ya que las dudas que carcomía por dentro, como el deseo retorcido de enterarse de todo, debilidad de viejas chismosas, Tufì pregunto ¿Che Juan, te acordas de aquella charla que tuvimos?
Juan receloso de mostrar partida y como quien esconde sus prendas intimas, como queriendo ocultar hasta la ganas de respirar y haciéndose el distraído, le contesto AH SI.




Pero como el turquito había tomado Chismedecina 500 gr., era insistente y pesado que elefante en turucuto, Juan tomo conciencia que al fin y al cabo era su patrón, no le quedo cosa que mermar un poco la marcha para dar lugar al dialogo, ya que su vida se estaba por exponer y no hay mejor manera que hacerlo con un buen marketing.
Y dijo: en realidad don Tufì, me quejaba mucho, me sentía angustiado, deseaba vivir de otra forma, pero no sabia como, deseaba tener un mejor rancho, un trabajo mas tranquilo, tener una compañera, a mi edad ya soy grande y no es bueno que el hombre este solo, pero a decir verdad, para que tener un mejor trabajo si voy a estar renegando, para que tener un mejor rancho si yo internamente no me voy a sentirme bien, para que voy a tener una compañera si yo soy agrio, idiota, a pocas hora ya no me aguatara y se ira.

Así que, empecé a observarme a mi mismo cada vez que renegaba, respirando profundamente, cerraba los ojos hasta que se me iba.
Después me daba cuenta que la causa de mis idioteces eran tonta, sin fundamento, después como ya no renegaba, me acostumbre a respirar pausado y profundo, me di cuenta que esto me producía una sensación de paz.





Pensé en mi vida pero la solución no era cambiar de lugar, cambiar de cosas o adquirir cosas, sino que tenia que cambiar mi interior. Si ante todo era negativo, a cualquier jarro de leche le encontraba un pelo. Empecé a pensar lo positivo que es hacer trabajar mi cuerpo, mientra respiraba y levantaba las bolsas de harina o azúcar pensé que este era el mejor ejercicio para el, logre sentir cada uno de mis musculoso como se tensaban y como adquiría volumen a mi edad. Me sentí cada vez más fuerte. Me siento estupendo, me siento como que me saque 10 años de encima.
Asombrado dijo Tufì, bueno cálmate, macho, ma chongo, machocante imposible, je 10 años menos.
Usted pregunto ¿no?, bueno ahora puedo proseguir, esta bien termina de desensillar al saino, dijo escueta mente el turco.

También don Tufì pensaba que este trabajo era para burros de carga, y pensaba que me merecía algo mejor, pero como iba a tener algo mejor si no valoraba lo que tenía.

El problema no era el tener, sino la valoración que yo daba a las cosas, y comos este trabajo que es muy simple me costaba aceptarlo, trate de ver este trabajo de otra manera, empecé a observar lo que hacia, bueno, había comestibles en bolsa grades , había en botellas y en paquete de todo tamaño, si bien el galpón es inmenso, empecé a acopiar las bolsa grandes por un lado, las botellas por otro, separe los aceite de oliva, los de girasol, los de maíz y las mezclas, también separe los distintas clases de vinagres, los comestible que son frágiles de los que son resistentes a los golpes. Los golpes que puede recibir un tarro de grasa en pella no es lo mismo que un golpe a las hueveras.

Y por otro lado separe los artículos de limpieza, los personales respecto a los de la casa. Mire, entre don Tufì, dijo Juan todo emocionado como que no se podía retenerse dentro suyo.
El viejo mirando en silencio y asombrado por el orden, buscaba alguna excusa para bajarlo de un hondazo a este que quería volar tan alto, creyó ver algún desorden por que habría dos filas de harina, dos de azúcar y así con varios comestibles. Pero Juan mira esto, estas ocupando espacio por que haces dos filas para cada alimento si lo puedes poner en una sola fila.




Con un poco de sorna, Juan responde, Mire don Tufì, he descubierto que en un costado todos los alimentos tiene una fecha de vencimiento, esto quiere decir que no se puede consumir después que paso esta fecha y por consiguiente tampoco podemos venderlos, así que la fila de la derecha son alimentos que hay que sacar cuanto antes, por que son los mas próximos a vencer y queda feo o es cansador don Tufì que nos reten los clientes por vender mercadería en mal estado.

Como quien contiene un volcán y dando lugar al reconocimiento y la admiración dio gracias a Juan todo lo que había hecho. Indudablemente ya no era el peón rustico que hacia un trabajo de burro. Este burro aprendió de su experiencia propia, hizo de su trabajo un saber refinado.

Indudablemente Juan había encontrado el sentido de su vida. Su trabajo era otro y empezó a soñar positivamente las cosas, se inscribió en un instituto término el secundario e hizo un terciario en una escuela técnica, aprendiendo sobre motores eléctricos.

Con el tiempo Tufì fluyo hacia otro estado, Juan se fue a vivir a la ciudad donde había puesto un taller de motores eléctricos, ya tenía una compañera y desde aquel día que Tufì le dio ese consejo no dejo de buscar el lado positivo a las cosas.

Cuan importante es encontrar el sentido de la vida.
Saber mirar las cosas con el corazón, tener respuesta al instante como estas ¿para que vivo? ¿Por que vivo? ¿Cómo quiero que sea mi vida? Etc.
Todos estamos llamados a una vida feliz, pero necesitamos primeros encontrarnos a nosotros mismos y encontrar sentido a nuestro vivir. Cada uno tenemos una melodía interior que tenemos que saber escuchar. Una vez que la encontramos toda nuestra existencia adquiere sentido.-

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