Bueno ya paso la ley de la unión civil gay, ya se dieron todas las protestas, ya paso el escándalo y la euforia popular, por el si o por el no. Pero lo que es llamativo es la intolerancia. Estaba, para algunos que se sienten mayoría, las energías de la presunción que dentro del imaginario popular de aquellos que no aceptan esta realidad, la subyacente perversión y prosmicuidad en los que profesan la homosexualidad y el sentimiento de aversión al respecto.
Hasta el hecho de pensar que en el pasado eso no existía, no habían personas que no sentían un interés vinculante hacia la mujer, hasta se puede presuponer que el demonio esta ganando la batalla y antes de que esto ocurra hay que exorcizar, realizar campaña de oración, adoración al santísimo, pedir al Padre Celestial en la Santa Misa que esto no ocurra.
Pero el Padre Celestial todavía esta esperando que los hombres aprenda una sola cosa: AMAR A DIOS SOBRE TODA LA COSA, pero lo curioso que esta ley esta relacionada con otra, esta no se puede VIVIR, si no VIVEN la otra ley que acompaña a esta y es atinente al corazón del hombre, “AMAR AL PROJIMO COMO A TI MISMO” por el simple hecho, pequeñito, el ser humano es IMAGEN DE DIOS.
¿Pero de donde salieron los gays? ¿Qué son los gays? ¿Son seres humanos? ¿Son creaturas de Dios?
Muchas veces me acuerdo a aquellas experiencias cotidianas del hombre, cuando much0s padres realizan cuando alguien golpea la puerta de la casa buscándolo.
Le dice a su hijo “Juan dile a don Lucas que no estoy, ya me tiene harto este viejo,
o dile que he salido”,
Después pasa el tiempo y Juan ya creció y ante una mentira de parte de Juan hacia su padre, este le da una cachetada.
Juan “te dije que no me mintieras, detesto las personas que mienten”
El Padre, no se hace cargo de lo que produce, en su hijo o de lo que su hijo en su naturaleza es. Lo mas grave que cuando el niño necesita con-formar su madurez psicología, ya sea como varón o mujer, siempre está ausente y ante esta falta de forma o hitos que van marcando, haciendo la personalidad del varón o de la mujer, se termina rechazando lo que por una actitud irresponsable no dimos, no aportamos, no quisimos estar a la par de nuestros hijos que necesitaban de tan solo y simplemente, PRESENCIA Y RESPUESTAS a sus necesidades.
La consabida apreciación en la que se afirma que la causa de la homosexualidad es la ausencia de padre o madre durante la niñez y la adolescencia.
Nuestra sociedad, por el deseo de vivir en un determinado estándar de vida y la franja de los que menos tienen, que obligan a los padres a trabajar durante largas horas, ausentándose de sus hijos en los momentos que estos mas lo necesitan.
Producimos y luego denigramos, no tenemos conciencia que la sociedad la hacemos entre nosotros, el individualismo es tal, que tan solo me interesa lo que yo hago sin ver la resonancia que tiene en lo circundante a mi ser, hoy por hoy el ser humano perdió conciencia social que es muy distinto al tema de la masificación
.
Otros afirman que fueron seducidos por una persona del mismo sexo a muy temprana edad o en la adolescencia, pero lo más novedoso es que a partir de 1990 se empezó hablar de un fenómeno genético.
Desde las distintas realidades confesional de la sociedad, tienen miedo, son los que lo disfrazan con una justificación religiosa fomentando la aversión, ya que esta realidad social y humana es algo sucio, pecaminoso, algo satánico, creyendo estar cumpliendo la voluntad divina se abstraen de esta realidad social olvidándose que Dios, por mas que les cueste creer, esta ahí, en lo que ellos rechazan. Es toda una hipocresía, el no ver que dios esta ahí, tan solo me esta mostrando una IMAGEN DIFERENTE DE SU ROSTRO.
Ya sea católico, mahometano, luterano, metodista, judío etc. Todos somos responsable de la vida en todas las más variadas especies y cuanto más de los que son semejantes a mí.
El miedo de lo diferente, porque en todo ser humano esta en su naturaleza la fuerza que me lleva a la opción o gusto o atracción hacia una determinada sexualidad y desde que el hombre es hombre esta interacción o atracción sexual, emocional, sentimental y afectiva hacia individuos del mismo sexo, es conocido y no es un fenómeno no es algo nuevo, ni es promiscuidad o el pecado de la lujuria. Por que la promiscuidad y la lujuria también se da y con mayor magnitud en la sociedad heterosexual, pero se asocia con lo sucio y promiscuo y perverso a estos.
Están los que presentándose como defensores movimiento gay y en su defensa lo muestra como una minoría victimizadas y demonizada en este proceso de vida social. Estos seudos defensores también denigran, por que no es bueno mostrarlos como victimas, los pobrecitos de la película, cuando en realidad, como ser humano hay que pedir la igualdad ante la ley, reclamando los derechos que no se le reconoce.
Pienso que esta actitud es una sublimación de la aversión que siente por dentro, que se niega a ver, he ahí el problema que nos negamos a ver lo diferente. Pero como no se quiere ver y el temor a descubrirse (o que nuestros hijos lo hagan), personas diferente, sublima esta tensión interna tomando una actitud “humanista” pero siempre sujeto una defensa exacerbando lo diferente, como si fuera un fenómeno que hicieron esta opción en la vida.
Mira querido lector, hay quienes les gusten dar estocadas por delante y todas las fantasías del macho o que les guste recibirla por detrás y toda las fantasías construido por el ideario popular, lo triste de todo que hay una IMAGEN Y SEMEJANZA DE DIOS al que NO LA RESPETAMOS. AQUELLOS QUE VEN QUE ES UNA MINORIA, Y EL TEMOR QUE SEA CONTAGIOSA. PARA LOS QUE TIENEN MIEDO POR FAVOR APRENDAN A CONOCERSE A SI MISMO.
Para el caso de que en realidad naturalmente hay un porcentaje que genéticamente son gays, bueno son seres naturalmente distintos, de los que optan de acuerdo a su naturaleza, como opción de vida un ser sexualmente diferente al mío.
Para lo s que tienen miedo a lo diferente, es importante saber quien soy, cuando uno esta seguro de si mismo, de lo que uno es, como ser sexuado no me afligiría CONOSCASE A SI MISMO. Es importante el conocerse, por que de lo contrario, nunca tendrán la capacidad de maravillarse de lo diferente. .