Siempre
me pregunto que es lo que paso por
Sófocles al escribir Edipo Rey, en esa obra saca a luz todo un drama personal
que en su relato lo hace terminar en tragedia.
La
tragedia es un estilo en la literatura antigua en la que se escribe la caída de
una persona celebre, pero la caída no quedaba en el escritura, sino que era
actuada y transmitida al publico que la vivía, lo que sería ahora una obra de
teatro.
Sófocles era
hijo de un rico armero llamado Sófilo, a los quince años fue elegido director
del coro para celebrar la victoria de Salamina. En el 468 a. de C, se dio a conocer
como autor trágico al vencer a Esquilo en el concurso teatral que se celebraba
anualmente en Atenas durante las fiestas Dionisias.
Comenzó así una
carrera literaria sin precedentes: Sófocles llegó a escribir hasta 123
tragedias para los festivales, se convirtió en una figura importante en Atenas,
y su larga vida coincidió con el momento de máximo esplendor de la ciudad.
A continuación
vamos a transcribir un fragmento resumido de la tragedia Edipo Rey.
Peste en Tebas
EDIPO, rey de
TEBAS, se dirige a una muchedumbre encabezada por un sacerdote, que se ha
congregado ante el rey para pedir un remedio a la peste que asola la ciudad de
Tebas. Para conocer las causas de esta desgracia, el propio Edipo ha mandado a
su cuñado CREONTE a consultar el oráculo de Delfos. La respuesta del oráculo es
que la peste se debe a que no se ha vengado la muerte de Layo, el rey anterior:
su sangre derramada amenaza con dar muerte a todos los habitantes de la ciudad
hasta que el asesino sea ejecutado o exiliado.
Predicciones de
Tiresias
Edipo pronuncia
un bando solemne en el que pide a todo el pueblo tebano que colabore en el
esclarecimiento del crimen. Tanto el asesino como el cómplice podrán, si se
entregan, conservar la vida, aunque tendrán que partir al exilio; y Edipo pide
a los dioses que él y los suyos mueran de la peor manera posible.
Por consejo de
Creonte, Edipo ha llamado al adivino ciego Tiresias para que ayude a esclarecer
lo sucedido. Cuando llega este no quiere colaborar y se niega a hablar sobre el
crimen. El diálogo entre Edipo y el adivino termina en una feroz discusión e irritado,
Tiresias declara que Edipo es el asesino que está buscando, e incluso le
anuncia que vive en incesto con su madre y ha tenido hijos con ella; que aunque
se crea extranjero es tebano de nacimiento y que dentro de poco se quedará,
como él, ciego. Edipo llega a la conclusión de que el anciano y Creonte se han
puesto de acuerdo para acusarle del crimen y desplazarle así del trono.
Acusaciones
contra Creonte
Entre los
ancianos tebanos cunde la duda por las confusas palabras de Tiresias. Creonte
aparece indignado ante las acusaciones de conspiración para usurpar el trono
que ha hecho Edipo. Edipo señala que resulta inexplicable que Tiresias, que
estaba en la ciudad en el momento del asesinato de Layo, no declarara entonces
lo que sabía, y haya esperado hasta ahora para acusarle de aquel crimen.
Creonte replica que, como cuñado y amigo de Edipo, ya tiene suficiente poder en
Tebas y que nunca desearía las preocupaciones y problemas que debe afrontar un
rey. Además, señala a Edipo que no se debe acusar sin pruebas y que si no cree
que lo que ha dicho el oráculo de Delfos sea cierto, puede ir él mismo a
comprobarlo. También le dice que si Edipo tiene pruebas de que él se ha
confabulado con el adivino Tiresias, él mismo se condenará a muerte.
Revelaciones de
Yocasta
YOCASTA, que es
esposa de Edipo, ejerce de mediadora en la disputa. Tras conocer los motivos,
dice a Edipo que no debe hacer ningún caso de las adivinaciones proféticas y
pone como ejemplo un oráculo de Apolo que predijo a Layo que moriría asesinado
por uno de sus hijos. Sin embargo, Layo murió de otra forma, asesinado por unos
bandidos en un cruce de tres caminos, y el único hijo que tuvieron murió poco
después de nacer, pues se lo dieron a un criado para que lo matara. Por tanto,
señala Yocasta, el oráculo no se cumplió en modo alguno.
Sin embargo,
Edipo, al conocer los detalles de la muerte de Layo, se alarma y exige que
traigan a su presencia al único testigo del asesinato. Hay un gran suspenso
porque Yocasta no conoce los motivos de ese miedo de Edipo.
Edipo cuenta su
historia]
Edipo relata a
Yocasta cómo sus padres fueron Pólibo y Mérope, reyes de Corinto . En un momento dado le llegaron
rumores de que no era hijo natural de ellos y, al consultar el oráculo de
Delfos, Apolo no respondió sus
dudas y en cambio le dijo que se casaría con su madre y mataría a su padre. Por
ello había abandonado Corinto, para tratar de evitar el cumplimiento de esa
profecía. Más tarde, en sus andanzas, había tenido un incidente en un cruce de
caminos, había matado varias personas y sus características eran las mismas que
las conocidas en el asesinato de Layo. La esperanza que tiene Edipo de no ser
el asesino de Layo es que el único testigo había afirmado que habían sido
varios los asesinos.
Noticias de
Corinto
Yocasta manda
llamar al testigo y también se presenta como suplicante ante el templo de Apolo
para que resuelva sus males.
Mientras, llega
un mensajero inesperado que trae noticias sobre los supuestos padres de Edipo
en el reino de Corinto. Pólibo ha muerto a causa de su vejez y quieren
proclamar a Edipo como rey de Corinto. Yocasta, tras oír las noticias, trata de
hacer ver a Edipo que tampoco el oráculo según el cual iba a matar a su padre
se había cumplido y por tanto ya no debería de temer el otro oráculo que decía
que se casaría con su madre.
El mismo
mensajero es conocedor de la circunstancia de que en realidad Pólibo y Mérope
no eran los padres naturales de Edipo, porque él mismo lo había recogido cuando
era un bebé e iba a ser abandonado por un pastor en el monte Citerón, con las
puntas de los pies atravesadas (de ahí el significado de su nombre: pies
atravesados o hinchados, según la traducción).
Al conocer los
temores de Edipo, el mensajero le explica estos hechos pasados con la intención
de que Edipo se tranquilice.
No obstante, el
rey de Tebas desea saber más sobre su origen y descubre que el mismo pastor que
fue testigo del crimen de Layo había entregado a Edipo, cuando éste era un
bebé, al mensajero.
Resolución de
los enigmas
La reina
Yocasta, tras oír el relato completo del mensajero, ya ha comprendido todo el
profundo misterio y sale huyendo después de intentar en vano que Edipo se
detenga en su investigación.
Por fin llega el
testigo del crimen. Edipo y el mensajero lo interrogan y al principio se
resiste a dar respuestas, pero ante las amenazas de Edipo revela que el niño
que le habían entregado para que lo abandonara en el monte Citerón era hijo del
rey Layo y la reina Yocasta y que lo habían entregado para que muriera,
impidiendo que se cumpliera un oráculo funesto. Sin embargo, él lo había
entregado al mensajero por piedad.
Edipo comprende
que Yocasta y Layo eran sus verdaderos padres y que todos los oráculos se han
cumplido.
A partir de esta
revelación un mensajero de la casa cuenta todos los detalles del suicidio de la
reina Yocasta y la posterior ceguera de Edipo.
Edipo aparece
con los ojos ensangrentados y pide ser desterrado. Dice que ha preferido
cegarse porque no puede permitirse ver, después de sus crímenes, a sus padres
en el infierno, a los hijos que ha engendrado, ni al pueblo de Tebas.
Creonte, que
asume el poder, pide a los tebanos que se apiaden de Edipo y lo hagan entrar en
el palacio. A continuación dice que consultará de nuevo al oráculo para saber
lo que tiene que hacer con Edipo. Este dice que no tenga piedad con él, pide
ser desterrado y dice a Creonte que cuide de sus dos hijas, acto que finalmente
es consumado.