Al atardecer, terminada la jornada de labranzas, con una tijera me corto al ras el pelo, vi luego como bichitos caían al piso, “todavía vive este bicho” y luego con una vieja maquina de afeitar me rasuro todo el cuero cabelludo, pero dejándome un flequillo que hacia el hazme reír de mis otros primos.
Reconozco que nunca sentí tanta vergüenza, pero si lo que recuerdo la palabras de mi abuela, “eso te pasa por que tu mama no te corto el pelo antes de venir, para que no te llenes de piojo tienes que tener el cabello cortito y lavarte la cabeza”, ya en grande siento la sensación de que las personas limpias tienen cabellos cortos.
Así, como esta experiencia humana me marco desde pequeño, otras tantas ya sea de orden familiar, religiosa, cultural, nos va condicionando a que continuamente tengamos que dar respuesta al medio en que vivimos.
Tenia un amigo, que se enamoro de una señorita que era de la religión Evangélica, pero esta relación iba contra la creencia religiosa de su familia que era católica apostólica romana. Había tanta lucha en su corazón, ya que sentía el gran amor por esta mujer y la lucha que le ocacionaba la ley impuesta por la religión, hasta sentía fuertes cargos de conciencia. Para el era casi pecado o una relación pecaminosa, el simple hecho de amar. Después era la presión de los padres, “hay muchas mujeres en la parroquia y te venís a enamorar con esta evangelista”
Es increíble ver como las estructuras impuestas en la familia, la religión, patrones culturales y sociales. (Para que hablar de las tribus urbanas), condiciona la conducta humana y obstruyen el camino hacia la paz del corazón.
1) tener una mente abierta a las infinitas posibilidades que nos da la vida para ser felices.
2) Desmitificar los condicionantes o apegos heredados, ya que estos funcionan como estructuras de poder, que presionan a través de la familia, la religión, amigos, cautas culturales y sociales, Estos hacen que la vida sea traumática, creando conflictos, siendo fuente de todos los problemas. Estos apegos se manifiesta en el ser humano como necesidad. Por necesidad de no discutir y no entrar en beligerancia con la familia, una amiga mía estudio Abogacía, siendo que ella soñaba con seguir medicina.
3) Los apegos es también la forma en la que nosotros nos vemos. Mi primo Pedro nació con el color de la piel Trigueña, pero mis tíos le decían, cuando era chiquitito “Negrito de acá, Negrito de allá”, ya grande “che esperen al Negro” en su obsesión el creía que lo mas bello seria ser rubio, bueno se tiño el cabello color rubio, pero no se aceptaba a si mismo, se sentía desvalorizado como persona.
Debemos buscar la verdadera imagen de nosotros mismos, saber quien soy, como decía la filosofía china, cada uno tiene una melodía interior que habla de la belleza y de los dones que tenemos como persona y a través de ellos resplandecemos por lo que somos.