15 de agosto de 2009

DE LA INOCENCIA AL CONOCIMIENTO, EDUCACION Y ESTRUCTURAS

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Mientras volvía a casa, quedo jugando con mis neuronas, la frase de Ignacio. “Papa, después de mucho tiempo comprendí, lo que tu no querías que viésemos en la película”. A pesar de todo en su pequeña edad el vio la película y no encontró lo que veía.
Tuvo que pasar mucho tiempo, cuando el gravo en su razón, conceptos que yo manejaba y de los temores también. Un desnudo de mujer puede ser o no pecado y la mujer puede ser o no ser una prostituta, y si lo fuera ¿Quién soy yo para tirar la primera piedra?
Al volver a ver una película, aprendió que a una mujer se la puede ver de distintas maneras, recién encontró, lo que por temor quería que no viese. Lo mismo les paso a Hernán y a Javier.
Ellos en su inocencia de tantos prejuicios que muchas veces nos formamos, con temores a no violar la ley que nos puede privar del paraíso.
En toda religión existe una ley y la trasgresión es la pena y la muerte.
Mientras tomaba mate, me quede con esta idea, “ellos no veían por que los conceptos que yo manejaba, ellos no los habían conocido”


También me traía la imagen del primer hombre ante la experiencia de la desnudes. Dicen que Adán y Eva caminaban en el paraíso libremente, pero que después de comer la manzana, ante la violación de la ley, recién experimentaron la desnudes. “por que te esconde Adán,” “por que estoy desnudo” Antes eran inocentes (sin conocimiento).

He ahí que nosotros vemos lo que conocemos y lo que develamos o extraemos de la realidad en base a conceptos que manejamos.

Si un objeto entra en el campo de nuestros sentidos, tendrá relevancia en base a la experiencia grabada en nuestra mente y nuestra mente nos lleva a creer lo que vemos. Lo que no sentimos no entra en nuestra vida.

Cuesta creer que nuestro cuerpo es un conglomerado infinito de partículas, núcleos, a su vez átomos, neutrones, electrones y protones etc., girando alrededor de un núcleo y mantenido por campo magnéticos, como pequeñas galaxias.

Cuando cada célula muere, son como galaxias que se extermina liberando su propia energía. Nada hay en nuestro cuerpo, que sea diferente a nuestra galaxia.

La vida es tan hermosa, tan solo el que tiene inocencia para mirar el mundo, lo mira siempre con asombro. Siempre la mira sin rótulos, sin estructuras.

Las estructuras que ponemos en nuestros hijos, al empezar a vivir, es la experiencia que se divide en amigo y enemigos. Se ama a los amigos, hay día del amigo, se perdona al amigo, se jura lealtad, se comprende etc., tan solo al amigo. Mas allá de amigo y enemigo esta el misterioso y peligroso mundo de los extraños.


“Porque charlas con el, ¿que lo conoces? que nos ves que es un extraño”


Estonces hemos reducido la vida a los amigos. La vida es tan hermosa y asombrosa, pero nos hemos puestos unas gafas de cristales tan oscuro que nos contentamos con lo poco que resplandece ante nuestros ojos que nos perdemos la belleza de un día radiante.
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13 de agosto de 2009

RECUERDOS, EL NIÑO, EDUCACION E INSTRUCCION

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Una tarde, volvía con mis hijos del dominical paseo, sazonado con momentos de diálogos muy hermosos. Tomando distancia en la conversación, escuchaba los planes que ellos hacían al llegar a su casa. Ya habían proyectado ver la película Scare Movie II, por segunda vez, pero a esta edad siempre encuentran algo nuevo en el re play. Javier el mayor de los varones, se acordaba de la primera versión, haciéndome acordar me decía: “te acordas papa, cuando éramos mas pequeños, tu no querías que viéramos esta película, decías que no era conveniente para nosotros” Mirando a los ojos le dije “así es hijo, en ese momento no me gustaban algunas escenas, pensaba que no eran apropiado para ustedes”
Pero papa, esa misma tarde la vimos en la casa de la tía, era re graciosa.
Papa, acoto Ignacio, sabes después de mucho tiempo me di cuenta el por que de tu negativa. Pero a la edad que teníamos no miramos, o no nos damos cuentas, de las cosas que tu no querías que viéramos.

Tiene razón Ignacio, intervino con su opinión Hernán, por mas que salieran chicas semi desnudas corriendo, para nosotros era gracioso, que al correr se le rompa la ropa y se le vea los pechos o la forma muy estúpida, como el asesino mataba.

Este dialogo me dejo pensando, en la inocencia de sus ojos, ellos no miraban lo que yo miraba. Cuan diferente podemos percibir la realidad, los seres humano, mas aun, si el que mira tiene una estructuras o valoraciones diferentes a la nuestras, muchos más las que salen como consecuencia del temor.

Mi temor y mi estructura mental me decía que estas imágenes eran obscena, sucias, malas etc. Y este era el móvil de mi proceder.

Ellos con su inocencia, no veían lo que yo consideraba algo sucio, pornográfico, pero para ellos todo era inocente.

Cuantas veces creamos estructuras en nuestros hijos en base al temor, temor por el pecado o temor a que despertara a la sexualidad desde un enfoque que no era acorde a mis principios religioso.

Mientras caminaba, pensaba en los niños, que vienen al mundo inocente y desde la más tierna edad recibe una variada cantidad de estímulos.

Para muchos psicólogos, sostienen que las primeras experiencias del niño, va a conformar su indivualidad a través de los primeros meses de vida, en la que la madre lo cobija en sus brazos, al darle la teta (el pecho), al hacerle arrumacos, al asearlo, el va descubriendo su propio cuerpo.

Creo, este es un criterio personal, ya el bebe experimenta su propia individualidad, estando en el vientre de su mama.

Esta manifestaciones de amor de parte de la madre, le da seguridad al bebe, trayéndole reminiscencia del paraíso perdido, donde lo tenia todo.
La sensación de hambre y al no estar cubierto, al no sentir algo que lo contenga, se siente desprotegido. El amor de la madre y el pecho, la mirada y los mimos es la felicidad plena del bebe.

Me acuerdo con mi primer hijo, por ser el primero, estábamos encima de el, pendiente de todo movimiento que el relazara, “cuidado que se cae”, “que no toque eso por que se puede lastimas”, “cuidado que se va a golpear”; todo estas advertencia era estímulos que iban acompañado de una profunda inseguridad, el temor que al bebe le pasase algo. Y si el se caía, era todo un escándalo familiar, donde las acusaciones mutuas, en la que también participaban los abuelos, eran la primeras lecciones de melodrama.

Lo triste que nosotros educamos a nuestros hijos de una forma y después le exigimos, ya mas grandecitos, que sea de otra.

Le llenamos la cabeza de críticas, intolerancias a su forma de ser, sin ponernos a ver, que es la síntesis de los que nosotros le dimos.
Ellos son la imagen que nosotros le transmitimos y luego no aceptamos.

Ya que utilice el término “educamos”, me puse a buscar que significa la palabra educación. Viene del latín de dos conceptos que son sus raíces, EDUCARE Y EDUCERE.

La primera EDU-CARE, hace mención a la acción que uno hace para sacar algo a la luz, es decir sacar lo que esta oculto. En el niño en los primeros años de vida lo que esta oculto es todo lo bueno que esta en potencia (lo que puede ser), en el niño, hacerlo realidad, ponerlo en acto.
Un ejemplo archiconocido, dice que estaba Miguel Ángel contemplando un gran bloque de mármol, llamaba la atención por que estaba absorto. Maestro, le interrumpió un discípulo, que es lo que miras tanto es tan solo un bloque, el le mira atónito y le contesta, no Fra Angélico, no te das cuentas que adentro esta la Virgen María y en su rodilla tiene a Jesús muerto (La Piedad), y tengo que descubrirla para que la conozcan.

El ser humano desde el vientre materno es como un bloque de mármol, ¿Qué contemplamos en este ser? ¿Qué queremos descubrir en el? ¿Habrá que descubrir la imagen de Dios? ¿Qué imagen queremos sacar a luz?

La educación es una palabra sagrada que no tenemos en cuenta, es una transformación desde adentro para afuera, es dar a luz. La única herramienta es el amor, es mi opinión, si no utilizamos el amor estaríamos adiestrando, instruyendo, llenando de conocimiento, pero no educando.

El otro concepto que para mi no tiene tanta fuerza, es E-DUCERE, que significa “el que conduce”, el conductor tiene una determinada finalidad, sabe a donde tiene que llevar al conducido. Nosotros subimos al taxista y le decimos llévanos al centro comercial, el sabe por donde tendrá que ir. Pero nosotros somos mayores, en cambio en el caso del recién nacido, no sabe nada. Nosotros le ponemos una determinada finalidad a sus vidas. ¿Qué es lo que queremos de nuestros hijos? ¿Cómo queremos que sean nuestros hijos?

Tanto en los dos conceptos, el recién nacido no viene manifestando que es lo que quiere ser o donde tiene que ir su existencia. Depende de los padres o aquellos que están supliendo su ausencia.
Otro concepto que es parecido es Pedagogía, viene del griego PEDES-GOGO, es que camina al lado del niño, el que acompaña. En la antigua Grecia, los niños a partir de los dos años, eran desairragados de los padres y se lo ponía en la escuela y se le asignaba a una persona que era responsable de la educación como ciudadanos en la polis.
La educación es un lindo tema para tener en cuenta. Estamos educando, instruyendo, adiestrando, llenando de datos científicos. A donde va la educación.
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11 de agosto de 2009

ENFERMEDAD, CUERPO, MENTE Y LO POSITIVO DE LA VIDA

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Muchas veces pensamos o idealizamos que el pasado fue mejor y en este esquema de pensamiento, también suponemos que las enfermedades no existían, con la suposición que estas, empezaron a aparecer con más frecuencia con el correr del tiempo, como consecuencia de las talas indiscriminada de los bosques, la polución ambiental, etc.
Otro punto de vista que es el religioso, la enfermedad es la consecuencia del pecado original, por que es este el efecto del mismo, el sufrimiento.


Pero la enfermedad como tal, apareció con el hombre. Es la naturaleza humana, en el medio en la que vive, es la que se defiende.
También pensamos que un determinado virus, puede enfermar a todos los seres humanos de la misma forma, pero, la realidad me dice que un determinado virus no enferma de la misma manera y muchos somos inmune a este.

Hay casos, en que la curación de una enfermedad es más veloz, en una persona que en otra. Lo lógico seria que tal virus, que provoca tal enfermedad, enferma de la misma manera y la convalecencia para curarse es la misma para todos.

¿Cuál es entonces la causa por la que tantos virus o bacterias no atacan con la misma intensidad?
¿Cuál es la razón, por la que los seres humano se recupera con más rapidez que otros?

Por influencia del materialismo mecanicista, se pensó al organismo como un aparato, que estando en perfecta condiciones y funcionamiento es sinónimo de saludable. Como si fuese un motor de combustión, este funciona siempre y cuando tiene todos los elementos que la compone en perfecta condiciona.

Por ejemplo: si le falta agua o el sistema de refrigeración faya, puede calentar y por lo tanto fundirse.
Pero en los últimos 60 años la ciencia medica, ha empezado a tomar conciencia de la existencia de la interacción que existe entre la mente y el cuerpo.
Se realizaron muchísimos estudios al respecto.
Un grupo de Personas, que estando en un ambiente pintado de color gris, piso negro, con sonidos carentes de armonía, se lo inducía a leer un cuento en la que, le faltaban algunas partes.
En un determinado tiempo, estos, empezaron a sentir irritación, perdida de sueño, estado de acides estomacal.


Todas estas situaciones, en algunos casos, tenían propensión a resfriarse, otros con síntomas de angina, distintas situaciones de alergias, etc.

Otro grupo de personas, estaban en ambientes con colores verdes, celestes, adornados con plantas y la música de fondo era melodiosa e invitaba al relax. Las obras literarias que leían, estaban completas y todas eran con finales felices.

Lo que se observo en este segundo grupo, es que se había formado un ambiente de una gran cordialidad, en la que se preponderaba la empatía y el dialogo entre los integrantes. Pero síntomas de enfermedad no se encontró.

También es notorio ver persona que tienen miedo a enfermarse, es el caso, en un punto extremo, de hipocondríacos, terminan produciendo en el cuerpo la enfermedad que ellos temen, o sintiendo tales síntomas de la enfermedad.


Pareciera que lo que mas influye en todo lo que abordamos, son los estados de ánimos. Ya que los afectos, son los que intervienen en las distintas situaciones emocionales (odio, amor, depresión, cólera, angustia, generosidad, alegría, gozo), que vivimos e influyen en nuestro organismo.

Para vivir en un estado pleno de salud, tenemos que optar por un estilo de vida saludable para el cuerpo y la mente. Para vivir la vida bien, tenemos que educarnos a vivir los momentos simples de la vida, que es lo que mas nos cuesta.

Cuando no se goza la vida, no se disfruta del momento, se cae en una insatisfacción ya que estos al ser no gratos, se busca reemplazarlos con nuevos, transformando la vida en un continuo torbellino de situaciones pasajeras.

Ya sea que estamos, cargando el corazón con sentimientos negativos, pensamientos que nos hacen sufrir, momentos de angustia y soledad etc.

Esto hace, que el organismo produzcan reacciones químicas que intoxican y destruyen nuestras defensas (linfocito t y b), la que nos protege de virus y bacterias.

En estas situaciones de stress, en la que predomina la ausencia de buenos sentimientos (amor, gozo, felicidad), la que nos lleva a estar bien con uno mismo y con el medio. Ya que estos, la que genera la sensación de placer y paz en los momento simple de la vida al compartir una cena, o escuchar un concierto o contemplar un paisaje, predispone a que nuestro cuerpo, produzca en la sangre endomorfina, necesario para las defensa del organismo.

Ya hablamos en publicaciones anteriores sobre el stress y la calidad de vida. En nosotros esta, como queremos vivir la vida.

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3 de agosto de 2009

EL TIEMPO PASO ACOMODANDO EL DOLOR

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El tiempo paso, acomodando el dolor por la partida de mis tíos, volviendo mi vida a lo cotidiano, tan solo me queda en mi recuerdo la frase de mi tío Pule, “hola pechazo”.
Mi padre tuvo un perro llamado Nerón, era negro, enorme, bueno, para mi estatura así lo era. Cuando me sentía solo, me paraba en la vereda y me apoyaba sobre su lomo, viendo como pasaba la gente del barrio.


El tan solo se quedaba quieto y sabia de antemano cuando yo lo iba a buscar, preparaba su lomo, daba vuelta su cabeza y me miraba cuando yo me acercaba, me apoyaba en él, él volvía dar la vuelta su cabeza y me miraba como sonriendo complaciente por mi acción.
Siempre estaba a mi lado, ya sea que estudiara o lo que hiciese, ahí estaba.

Un día salí a jugar y note su ausencia, fui a ver donde él dormía y yacía frío en su lecho, con los ojos fríos sin parpadear, así estuvo hasta el mediodía cuando mi padre regreso del trabajo.

Por las tardes, cabo una fosa, cerca del criadero de conejo, lo enterró ahí, lo despedí como se despide a un gran amigo, en esa edad, no sabia por que se murió, pero aprendí que las cosas no son para siempre, siempre en la vida algo muere, algo pasa, algo cambia, en mi corazón y en mi entorno.
Como mascota me quedaba una catita, que de ves en cuando se escapaba de la jaula y se subía en una morera inmensa.


Mi madre me hacia subir en ella, con un pedazo de pan mojado en leche y recubierto de azúcar, ella al ver este manjar, bajaba hasta mi mano y una ve saciada subía en mi dedo y la bajaba.


Mis primeros años de escuela, no sé por que me resulta tan borroso, no me gustaba salir de casa.
No me olvido que en un acto de izar la bandera, tenia necesidad de ir al baño y ante la negativa de la maestra de dejarme ir, al salir de la escuela, no pude aguantar y me ensucie en los pantalones.

Nunca sentí tanta vergüenza y el miedo de que la gente se fijase en lo ocurrido, caminaba despacito tolerando el mal humor de mi hermana que me apuraba a regañadientes.
La miraba como diciéndole “callate que se darán cuenta”, pero el ambiente de esta situación sé hacia sentir. Sabia que al llegar a mi casa, tenia que vérmelas con mi madre.
Después del reto y de la disciplina de rigor, mi cuerpo aprendió que siempre, con concentración y esfuerzo uno puede contener muchas cosas.

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29 de julio de 2009

EL VALOR DE LAS PEQUEÑAS COSAS, LA BESTIA Y LA PSICOLOGIA

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Hay momentos en que la vida, nos regala aquellas sensaciones de inestabilidad, inseguridad económica, inseguridad afectiva, la sensación de que no encajamos en ningún lugar.
Estas vivencias, hacen que nos volvamos, por que no, contestatarios, demandando espacios, afectos, nos sentimos heridos, sentimos que hay un torbellino de sentimientos e ideas en nuestra cabeza.
Pero el hecho de sentarnos, dejarnos llevar por el silencio, regalarnos un tiempo para nosotros mismos, es como si ese huracán desaparece, quedando uno, con uno mismo en silencio, en paz.
Al fin y al cabo, sea cual sea nuestros problemas, nos daremos cuenta con el pasar del tiempo, que las cosas que mas nos plenifica y nos regala esa paz, son las mas simples, como el compartir, regalar una sonrisa, pedir perdón, solicitar ayuda, compartir el te, un café o un mate acompañado por el dialogo donde el silencio es el clima ideal para el entendimiento.
Son estas cosas simples, las que tienen sabor a eternidad, la que están adornadas siempre, de alguna virtud que emana del amor.
Algunas veces buscamos el amor de alguien en particular o buscamos el amor en si, reflejado en el prójimo. Trabajamos y nos esforzamos por crear puentes de unidad, amistad.
Algunas veces, puede ser un miembro de la familia, al que queremos llegar después de tantas peleas, otra, es la profunda soledad del ser humano, que lo lleva a relacionarse y buscar en el otro, una respuesta de proximidad.
Quien no se sintió flechado, atraído por alguien y a su vez, este le rechazaba sistemáticamente, hasta que se dio el encuentro.
Cuantas veces, nos hemos quedado cargados, dentro del ser, el gusto amargo de la decepción, tristeza, impotencia, ansiedad. Con esa impotencia que nos llevo a desear tener en nuestras manos, algún poder mágico que lo solucione todo de un solo respiro, o en últimas circunstancias, el gurú, el PAI, que realiza todas las trabas de corazones.
En cada ciudad de cada país, culturalmente se da estos magos que se ofrecen para ayudar en el tema del amor.
Pero en la ansiedad de buscar al ser amado, a buscar el paraíso perdido, a buscar la riqueza como panacea de toda felicidad, encierra un profundo temor en sus distintas dimensiones. Temor a no ser amado, temor a la soledad, temor a no tener y no ser valorado, pero es el temor.
Y por temor buscamos afuera, pero dentro de nosotros es una bestia rugiente al que no nos atrevemos a enfrentar, esta en la oscuridad y profundidad de nuestro ser.
Estos miedos son frutos de experiencias negativas, traumáticas, que en distintas escuelas psicológicas tienen sus características en cuanto al abordaje y a la conceptualización de la misma.-
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27 de julio de 2009

MI PRIMER TRABAJO

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Corría a fines de 1982, la guerra por las Islas Malvinas había pasado, Argentina pasaba por una profunda recesión y culturalmente, afloraba a flor de piel, la necesidad de expresión, que se hacia sentir como vapor encerrado en una olla a presión.

Era necesario expresar tanta frustración, ante un gobierno de facto, que con el fracaso político y bélico, le resultaba imposible manejar la situación.

En la casa de mis padres no estaban bien las cosas. Había salido del Seminario Mayor San José de la Plata, Buenos Aires, fruto de un cansancio mental, al que los psiquiatras le llamaban surmenage, ahora se le llama estrés o distrés.

Es increíble como se van cambiando los conceptos, aparecen unos nuevos y a los viejos es como si perdieran significado.


Volvía de las clases practicas de la Facultad de Filosofía y Letras, pasando por la Iglesia Nuestra Señora de la Merced, sentí la necesidad de ingresar a ella y tome rumbo hacia el Santísimo Sacramento, donde en total silencio, que se entrecortaba con el rezo del santo rosario de unas viejitas, pedí a Jesús que me diese trabajo, pero si me lo iba a dar que no fuera relacionado con los números(contabilidad, cajero, control de stock etc.), luego de haber pedido al Hijo, me fui al santuario de su Madre, la virgen de la Merced, pidiendo lo mismo y diciéndole que hablara con Jesús y se pusieran de acuerdo en cuanto al trabajo que pedía.


Deseaba trabajar, ayudar en mi casa. Nunca había trabajado, por lo tanto no tomaba conciencia de la magnitud e importancia de lo que pedía.


Al regresar a la casa materna, recibo la información de que mi hermano mayor, Luis, había estado, trayéndome la noticia que al día siguiente, debía presentarme en el Honorable Tribunal de Cuentas de la provincia y que tenia que hablar con el Dr. Julio Emilio Cartier, y que el me iba a informar el resto.


Al otro día, con ansiedad y curiosidad, me presento ante El, que por segunda vez lo veía.


Mi hermano lo conocía mucho, era esposo de una gran dama de la sociedad Tucumana, la Madame María Sofía Nuogues, mujer piadosa que se dedicaba a la beneficencia y toda su actividad, además de ser profesora de Frances en el colegio Santa Rosa, destinaba su tiempo a conseguir ropas para los ancianos del Hogar San Roque.


El Dr. Cartier, siendo Vocal del H. Tribunal de Cuentas, me llevo ante el actual Presidente Dr. Aldonate. Ya estaba con el Sr. Daniel Carabajal (ex combatiente de Malvinas), seguidamente a secas, nos pregunto sobre el desempeño que habíamos tenido en Malvinas, yo quedándome en til, con varios cric, cric, cric, en mi cabeza y rompiendo ese silencio que algunas veces suele ser embarazoso, Daniel contesto, explicando su experiencia en el portaaviones 25 de Mayo. Luego dirigiéndose a mi con la mirada, tan solo fui sincero, “estuve en el Seminario, estudiando para ser Sacerdote”.


Ante de terminar mi frase, el Dr. Cartier me dio por debajo una estocada con su codo y sonriendo el Dr. Aldonate por lo ocurrido, diplomáticamente disimuló la situación.

Ahí me cayó la gota al tanque, dándome cuenta de que estaba por ingresar al mundo del trabajo.

Como si fuera poco e ironía de la vida, como si Dios me diera respiro y me ambientara, estuve como se lo pedí, cuatros años en Asesoría Jurídica, en lo que los números eran tan solo los indicadores de Leyes, Decretos y Resoluciones.


Luego me trasfirieron al Departamento de Personal, donde tuve que aprender a liquidar el sueldo de mis compañeros de trabajo. Ahí lo humano y el mundo de los números convivían en armonía.


Ya a mis 49 años cumplidos, pienso uno y otra vez estos momentos tan mágicos. El día anterior estaba de rodilla ante el Ssmo. Sacramento y ante la Virgen de la Merced y al volver a casa ya como designio divino, ya tenia noticia cierta de un trabajo seguro.

Es tan cierto esta frase: “uno llega a valorar un bien, cuando ya no lo tiene”

A esta altura de mi vida, como me cuesta conseguir trabajo. Como si el Mundo laboral es privilegio de los jóvenes y con gracias hasta los 35 años, en algunos casos hasta los 40 años.


De la magia de la oración, pase al suspenso de las entrevistas, que por más que uno ofrezca trabajar más de la jornada legal, todo queda en la incompatibilidad con la edad.

Algunas veces se entrecruzan pensamientos “será que no estoy pidiendo con fe” “quizás Dios, para estos pedido relacionado al el mundo laboral, también tiene limites de edad”


Pero sigo repartiendo curriculum vitae como quien reparte la posibilidad, para que una persona de bien, hiciese una obra de caridad, que el mismísimo cielo lo tendría en cuenta. Pero espero esa actividad tan fundamental que dignifica al hombre y cubre su desprotección y desnudes ante la sociedad.




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